Las aerolíneas Alaska Airlines, American Airlines, Southwest Airlines, United Airlines y Virgin Atlantic se unieron para impulsar una investigación sobre cómo reducir el impacto de las estelas de condensación en el cielo.
Éstas son nubes largas y blancas arrojadas por un avión como resultado de la condensación y congelación de la humedad al salir de un motor que vuela a gran altitud.
“Las estelas de condensación han sido el elefante en la habitación para el sector de la aviación durante décadas", declaró a Canary Media Andrew Chen, que dirige el esfuerzo de descarbonización de la aviación en la organización sin ánimo de lucro RMI.
Explicó que durante el día, las estelas de condensación suponen un riesgo mínimo para el sobrecalentamiento del planeta. Pero por la noche, pueden permanecer durante largos periodos.
Marc Stettler, director del Laboratorio de Transporte y Medio Ambiente del Imperial College de Londres, explicó que las estelas de condensación nocturnas son las más importantes desde el punto de vista de los efectos climáticos.
"Por la noche, el vapor de agua puede adherirse a las partículas de hollín y formar cristales de hielo. Estos cristales se convierten en cirros que se expanden, cubriendo una zona del cielo y atrapando una cantidad significativa de calor en el interior de la atmósfera", explicó.
En el grupo de trabajo contra las estelas de hollín participan estas cinco grandes compañías aéreas, además de fabricantes de aviones como Airbus y Boeing.
Se tiene previsto abordar este problema en dos frentes. En primer lugar, se pretende mejorar la comprensión científica de qué regiones del espacio aéreo son más propensas a crear estelas de condensación.
A partir de ahí, el segundo frente busca crear planes de vuelo que puedan adaptarse para evitar esas zonas, lo que podría significar una reducción drástica del impacto que los aviones tienen en el planeta.
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