Boeing y las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos completaron con éxito el vuelo inaugural del primer T-7A Red Hawk del servicio, y da inicio a la fase de desarrollo de ingeniería y fabricación (EMD) del programa.
Durante la prueba de vuelo que duró una hora y tres minutos, el mayor Bryce Turner, del Escuadrón de Pruebas 416 del Ejército del Aire, y Steve Schmidt, piloto jefe de pruebas del T-7 de Boeing, validaron aspectos clave del avión y demostraron la potencia y agilidad del primer entrenador avanzado del Ejército del Aire diseñado, construido y probado digitalmente.
La aeronave es la primera de cinco aviones EMD que se entregarán al Mando de Educación y Entrenamiento Aéreo del Ejército del Aire para realizar más pruebas.
"El rendimiento estable del avión y su cabina y sistemas avanzados cambiarán las reglas del juego tanto para los alumnos pilotos como para los instructores de las Fuerzas Aéreas estadounidenses", declaró el mayor Turner.
Destaca el diseño del avión por las llamativas colas rojas del T-7A que son un homenaje a los Tuskegee Airmen, quienes fueron los primeros aviadores militares afroamericanos de Estados Unidos que pilotaron cazas de cola roja durante la Segunda Guerra Mundial.
Mejorará el T-7A el entrenamiento de los combatientes mediante la preparación de los pilotos; ayudará a garantizar la seguridad antes del primer vuelo con un software de arquitectura abierta y controles digitales fly-by-wire y permite el entrenamiento de una amplia variedad de pilotos de cazas y bombarderos.
"Este primer vuelo con las Fuerzas Aéreas representa el compromiso de nuestro equipo de ofrecer un nuevo nivel de seguridad y entrenamiento a los pilotos de cazas y bombarderos", declaró Evelyn Moore, vicepresidenta y directora de programas del T-7 de Boeing.
El T-7A pasó del proyecto a las pruebas de vuelo en 36 meses. Destaca una combinación de ingeniería basada en modelos, diseño 3D y fabricación avanzada que aumentó su calidad a la primera en un 75% y redujo las horas de montaje en un 80%.
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