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04/05/2024

Así funcionan las operaciones de invierno en aviación

Redacción A21 / Lunes, 16 Enero 2023 - 01:00
Cuando el clima es severo, puede significar costos enormes para aerolíneas y aeropuertos

La industria aeronáutica opera las 24 horas del día, los 365 días del año, sin importar los cambios y condiciones climáticas. En ocasiones, cuando el clima es severo, puede significar costos enormes para las aerolíneas y los aeropuertos, debido a demoras y cancelaciones, junto con la mala publicidad durante periodos complicados.

El portal Aerotime pone como ejemplo el caso suscitado en diciembre de 2010, en donde Europa se enfrentó a complicadas condiciones adversas en la semana anterior a Navidad. El aeropuerto de Frankfurt registró más de 246 cancelaciones de vuelos en un solo día, mientras que el aeropuerto Charles de Gaulle, en París, tuvo escasez de líquido antihielo.

La presencia de nieve en las alas de los aviones es una de las amenazas más graves para la seguridad de los vuelos, además de la escarcha y hielo, conocido como contaminación de las alas, incidentes que a lo largo de la historia de la aviación han causado muchos accidentes.

En enero de 1982, por ejemplo, el vuelo 90 de Air Florida se estrelló contra el helado río Potomac, tan sólo 30 segundos después de haber despegado del Aeropuerto Nacional de Washington, en el que fallecieron 78 personas. La principal causa fue la presencia de hielo y nieve en superficies críticas de la aeronave.

La contaminación con hielo, nieve o escarcha en la superficie de una aeronave tiene dos impactos graves: mayor peso y menor rendimiento del equipo, incluida una mayor velocidad de pérdida y menor sustentación, y que apenas tres milímetros de escarcha pueden aumentar la distancia que necesita un avión para despegar en más de un 80%.

Para evitar este tipo de accidentes, las aerolíneas y los organismos de aviación apoyan el concepto de avión limpio, lo que significa que ninguno debe despegar con superficies críticas contaminadas. Esto se logra mediante el deshielo y el antihielo.

Una aeronave se puede descongelar utilizando fluidos o por medios mecánicos. Pero se debe tener cuidado al aplicar cualquier fluido a la superficie. Hay áreas específicas sin rocío, como antenas, ventanas, tren de aterrizaje, sondas de instrumentos y motores.

El antihielo es un proceso preventivo que se completa después de quitar el hielo, la nieve o la escarcha. Brinda protección por un período de tiempo limitado conocido como tiempo libre (HOT).

En estos casos, los pilotos consultan las tablas HOT para determinar el periodo de tiempo máximo para las condiciones predominantes, y el fluido utilizado antes de que la aeronave tenga que someterse a otro procedimiento de deshielo.

Durante el vuelo, las aeronaves utilizan sistemas antihielo integrados en los motores y las alas. Las botas neumáticas de deshielo son comunes en aviones más pequeños, que se expanden para romper el hielo en las alas.

Los aviones a reacción utilizan aire de purga caliente de los motores que se dirige a través de tubos cerca de la superficie del ala. Los Boeing 787 utilizan bobinas electrotérmicas más eficientes.

Antes de que las aeronaves sean certificadas, se someten a pruebas climáticas extremas, en condiciones de hasta -35 grados centígrados durante varias horas, en las cuales se prueban y monitorean todos los sistemas.

Los aeropuertos también dependen de los pronósticos meteorológicos para predecir y planificar el clima invernal. Hasta cinco días antes, se producen pronósticos que detallan cualquier clima extremo.

Aparte de la nieve, la escarcha y el hielo, los pronósticos de los aeropuertos suelen incluir fenómenos meteorológicos menos conocidos, tales como Lluvia helada (FZRA); Llovizna helada (FZDZ); Niebla helada (FZFG); Bolas de nieve (GS), entre otros.

A pesar de lo anterior, si el aeropuerto no está libre de nieve y hielo, los aviones no podrán despegar, ya que estos sitios cuentan con flotas de vehículos quitanieves que trabajan las 24 horas para mantener las calles de rodaje, las plataformas y, lo que es más importante, las pistas despejadas y seguras.

Como se ve, en un esfuerzo coordinado, para los aeropuertos más acostumbrados a lidiar con el clima invernal, la limpieza de nieve puede tomar solo 20 minutos, lo que minimiza los cierres de pistas y los retrasos en los vuelos. Una vez que se despeja la pista, las autoridades del aeropuerto miden la fricción de la superficie para determinar si es seguro reabrirla para las aeronaves.

 

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