La propuesta de una aerolínea comercial en manos de una empresa de las fuerzas armadas plantea tal cúmulo de interrogantes que más pareciera el resultado de las distintas propuestas que se han presentado ante las autoridades de aviación y del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que un esfuerzo serio por echar a andar una aerolínea que cubra las necesidades de rutas no atendidas en el territorio nacional, asegura la Consultora Rosa Náutica.
Por su parte, Pablo Casas Liás, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico Aeronáuticas (INIJA), señala que el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 ya se encuentra en proceso legislativo de aprobación y, no existe ninguna partida o recursos solicitados para la supuesta aerolínea. “Presupuestalmente, la aerolínea 4T es inviable por lo menos antes del 2024, dado que, los mil 800 millones de pesos que el gobierno calcula que costará, en términos de ley, es necesario preverlos y solicitarlos, toda vez que, será la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quién operaría la empresa constituida para tal efecto”, detalla.
La consultora Rosa Náutica añade que: “Preocupa que, como ocurrió en el caso del Aeropuerto Felipe Ángeles en la base aérea Santa Lucía, se empezó a construir antes de tener los estudios correspondientes, de modo que en este momento no se sabe si existe un plan de negocios o no. Lo que ha trascendido es una propuesta con flota de diversas capacidades y vocaciones (regional y medio alcance) que no necesariamente es compatible y que implica mayores esfuerzos para hacerla rentable”, añadió el consultor.
Por su lado, el abogado Casas analiza que si se lograra obtener los recursos que se mencionan (1,800 millones de pesos), aún harían falta muchos pasos para lograr la constitución de la empresa y el otorgamiento del AOC (Certificado de Operador Aéreo), lo cual “más o menos llevaría un periodo de dos años para que la aerolínea 4T, tuviera su primer vuelo, es decir, para el año 2026”, explica.
Cabe mencionar que, el avión presidencial un Boeing 787-8, fue el modelo experimental que se uso de prueba. Se le invirtieron 100 millones de dólares para equiparlo ejecutivamente, por lo que es imposible poder utilizarlo para aviación comercial, además de no ser rentable para ello.
“Lo que sí puede suceder, es que se constituya una empresa de participación estatal mayoritaria, tal y como pasó con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en donde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), autorizó la constitución una sociedad anónima de capital variable, con dos socios, Sedena y Banjercito, con un capital social de un millón de pesos, aportando 999 mil pesos Sedena y, 10 mil pesos la institución bancaria”, afirmó Casas Liás
Sin plan de negocios ni definición jurídica
Rosa Náutica mencionó que no se conoce un plan de negocios que integre la propuesta, y sería complicado que la flota que se menciona logre rentabilidad. Por otro lado, es posible que la idea de las fuerzas armadas haya sido resultado de la exploración que han hecho inversionistas para lanzar una nueva aerolínea al mercado.
“Por ejemplo, dijo el consultor, se sabe que las autoridades han recibido al menos tres propuestas de una nueva aerolínea que opere desde el AIFA, cada una con distintas opciones de negocio, pero que tal vez fueron la inspiración de la Sedena porque las flotas descritas coinciden con estas tres distintas propuestas”, advirtió.
Una es la que desarrollaron los trabajadores del MRO de Mexicana (el único negocio que aún subsiste) y que incluye iniciar los trabajos con 10 aeronaves del tipo A-320 y cubrir rutas de mediano alcance en los destinos más exitosos de la empresa desaparecida.
Otra opción es Aerala, que plantea utilizar 15 aviones que se irían incorporando paulatinamente en los primeros 18 meses para cubrir una red de aproximadamente 20 rutas domésticas y algunas 10 más internacionales y que incluye un análisis del mercado regional alrededor del AIFA que se estima en 3 millones de potenciales viajeros en un radio de 150 a 200 kilómetros a la redonda.
Por último, existe una propuesta para recuperar la aerolínea Aeromar, que está en problemas, y que le permitiría dar vida a la regional que hoy en día está endeudada. El propio presidente de la República manifestó su apoyo a los trabajadores de la empresa para relanzar esta empresa y que en un momento dado tendría acceso a más de 300 mercados potenciales con rutas de corto alcance y algunas medianas y una sola internacional.
Casas Lías dijo que, bajo su punto de vista, una vez constituida la empresa castrense, aunado a que todo proyecto del actual sexenio es considerado de seguridad nacional y por lo tanto exentos de cumplir con los trámites y requisitos que establecen las leyes, de un plumazo, se le entregaría la concesión correspondiente.
“Ahora bien, para el 2026, año en el que pudiera estar lista para volar la aerolínea 4T, debe considerarse que, en términos de la reglamentación nacional e internacional, todas aquellas aeronaves en posesión de fuerzas armadas, son consideradas militares, por lo que en términos del Convenio de Chicago y toda la normatividad aplicable al caso, quedan exentas de la jurisdicción de toda norma aplicable a la aviación civil, ya que se considera que la aviación militar y civil, son incompatibles. Por tanto, no pueden operar simultáneamente el mismo bloque de espacio aéreo, por lo que es necesario establecer límites y segregación”, detalló.
En ese entendido, la aerolínea 4T tendrá el mismo destino que el AIFA. En su caso, será una aerolínea regional con vuelos domésticos, y seguramente a Venezuela y Cuba.
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