La nueva imagen de fuselaje aprobada para el avión presidencial de los Estados Unidos fue desechada debido a que resultaría muy costosa, debido a que podría generar problemas de ingeniería, tiempo y costos adicionales.
Desde la administración de Donald Trump, en febrero de 2020, se aprobó que los nuevos aviones presidenciales VC-25B, mejor conocidos como Air Force One, cambiaran el esquema de color azul cielo y blanco, por uno rojo, blanco y pintura azul oscuro.
Pero desde entonces, la nueva administración de Joe Biden abandonó esos planes para el nuevo esquema de pintura, señaló un funcionario de la administración de manera anónima.
El esquema de pintura más oscuro también generó preocupaciones de seguridad en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, pues “el análisis concluyó que los colores más oscuros, entre otros factores, en la parte inferior del avión VC-25B, podrían contribuir a que las temperaturas excedan los límites de calificación actuales de una pequeña cantidad de componentes”, dijo Ann Stefanek, portavoz de la USAF.
El proyecto generó críticas desde que fue anunciado por primera vez por el propio Trump en 2017. Sin embargo, el 10 de febrero de 2020, un informe presupuestario del Pentágono confirmó que el próximo Air Force One adoptaría una nueva librea.
En julio de 2018, Boeing recibió un contrato de 3 mil 900 millones de dólares para convertir dos 747-8 a los estándares Air Force One con una entrega prevista para diciembre de 2024. Sin embargo, en junio de 2021, la empresa advirtió que es probable que los VC-25B se entreguen con un año de retraso. El fabricante reportó 660 millones de dólares en sobrecostos en los dos aviones en el primer trimestre de 2022.
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