Por Evangelina del Toro
En alianza con T21
La carga aérea demostró ser el “salvavidas” para la aviación desde el inicio de la crisis por la covid-19. Se espera que tan solo al cierre de este año, la demanda, ingresos y rendimientos de este segmento sean superiores a lo que se registró antes de la pandemia, e incluso la crisis de los contenedores y el e-commerce seguirán abonando a su crecimiento en 2022, aunque continuará enfrentando retos como la reducción de capacidad.
“La carga aérea demostró su valor para la aviación y el mundo en general. La industria ha evolucionado de muchas maneras, como la adaptación de los enfoques existentes para el transporte de vacunas para facilitar rápidamente el movimiento de las vacunas de COVID-19, la colaboración para garantizar que las operaciones de carga aérea quedarán excluidas de las restricciones de viaje, la digitalización de eAWB que ya alcanza el 75%, y la puesta en marcha de 17 proyectos piloto en los que participan 145 empresas y 3 autoridades aduaneras”, dijo Brendan Sullivan, jefe global de Carga de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional IATA, por sus siglas en inglés).
En entrevista con T21, mencionó que esta mejora en la cooperación de toda la cadena de suministro logístico, incluidos los gobiernos y autoridades fronterizas, permitió el transporte seguro de millones de toneladas de suministros médicos que salvan vidas y la entrega de millones de dosis de vacunas.
En tanto, Diana Nájera, directora de Servicios Internacionales de Estafeta, expuso que factores como las restricciones en vuelos comerciales permitieron a las empresas cargueras registrar un impacto positivo en sus operaciones. Adicionalmente, la crisis de los contenedores, los cambios en la logística y el crecimiento del e-commerce (comercio electrónico), fueron determinantes para el aumento de la carga aérea.
“La cancelación de vuelos de pasajeros definitivamente fue positiva, ya teníamos un mercado desarrollado, pero sí hubo carga adicional que al no poder volar en aviones de pasajeros recurrieron a los cargueros. Sin embargo, a raíz del cambio de toda la logística por la pandemia, observamos que fue creciendo todavía por la ausencia de vuelos de pasajeros, la distribución de vacunas, contratación de vuelos chárter, y también la restricción de los contenedores marítimos en este año que generó una demanda importante”, expuso.
No obstante, dijo que el crecimiento seguirá por lo menos hasta el primer semestre de 2022 y dependerá de la regularización del suministro de contenedores, de las cadenas de suministro y las operaciones aéreas de pasajeros.
En este mismo sentido, Fernando Dragonne de la Parra, country manager de Cathay Pacific Airways en México, reiteró que la crisis de los contenedores provocó una bonanza para el movimiento de mercancía a través del transporte aéreo, aunque prevé que el próximo año el tráfico volverá a la normalidad.
“Vamos a ver una caída más que en volúmenes en precios y posteriormente se regularizarán los volúmenes a los niveles previos a la crisis marítima. Los precios bajarán, pero sin llegar a ser los que se tenían antes de la pandemia, aunque también dependerá de la demanda de capacidad aérea. Vamos a tener un 2022 muy bueno que se va ir estabilizando conforme el mercado lo vaya haciendo”, comentó.
De acuerdo con la IATA, en octubre pasado las toneladas-kilómetro de carga (CTKs*) aumentaron un 9.4% en comparación con los niveles de 2019, con una demanda internacional en un 10.4%, aunque se espera la tradicionalmente temporada alta de noviembre y diciembre, por lo que la tendencia al alza continuará.
Aunque las restricciones de capacidad en dicho mes han disminuido ligeramente, pero siguen siendo un 7.2% por debajo de los niveles preCOVID-19, con una capacidad internacional de -8.0% sobre octubre de 2019, “cualquier reducción de la capacidad de pasajeros en respuesta a la variante Omicron afectaría, por supuesto, negativamente a la capacidad de carga”.
Sullivan mencionó que las perspectivas del sector a corto y largo plazo son sólidas. Este año se espera que la demanda de carga supere los niveles anteriores a la crisis (2019) en un 8.0% y que los ingresos aumenten hasta un récord de 175 mil millones de dólares, con un crecimiento de los rendimientos del 15%, mientras que para 2022 se espera que la demanda supere los niveles prepandemia en un 13%.
“Sin embargo, el aumento de la demanda de carga aérea y los atractivos rendimientos no están exentos de complicaciones y, como se ha visto, las restricciones por la pandemia han provocado una grave congestión de la cadena de suministro mundial y han creado dificultades para las tripulaciones que cruzan las fronteras internacionales. Los recursos y la capacidad, la manipulación y el espacio de las instalaciones y la logística serán problemas. Los principales riesgos serán la posibilidad de que los gobiernos restrinjan el acceso a sus países cada vez que se diagnostique una nueva variante y la falta de personal calificado a lo largo de toda la cadena de valor que pudiera obstaculizar el crecimiento”, dijo.
Aunque, expuso que varias aerolíneas están añadiendo más aviones de carga a sus flotas, ya que se espera que la demanda de carga aérea se mantenga en un nivel alto. Algunos ejemplos son Air Canada, con sus B767 reconvertidos, muchos de los cuales servirán a destinos en América Latina o el reciente pedido del Airbus A350F de Singapore Airlines.
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