El anuncio que acaba de hacer Interjet de acudir a Concurso Mercantil y al Chapter 11 en Estados Unidos fue calificado como un “suicidio financiero” por especialistas en este tipo de procedimientos, quienes, además, consideran que el conflicto laboral que enfrenta la aerolínea pone en primera línea a los trabajadores, quienes de acuerdo a la ley mexicana tienen prelación con respecto a los bienes de la empleadora, lo cual invalida cualquier acuerdo que puedan hacer los acreedores mediante un juez.
“Plantear un Chapter 11 y un Concurso Mercantil puede sonar igual pero, aunque en ciertas cosas ambos procesos se parecen, en otras son muy diferentes”, explicaron expertos de la consultoría Rosa Náutica. En Estados Unidos, por el simple hecho de entrar al procedimiento, se le concede a las empresas la suspensión de pagos (Automatic Stay) pero en México no.
¿Quién podría estar de acuerdo entre los acreedores de Interjet en Estados Unidos de permitir que la empresa tenga dos medidas diferentes? En este caso estaría, por ejemplo, el Aeropuerto O’Hare de Chicago y otros acreedores importantes de ese país, los cuales entrarían en conflicto con un posible embargo en favor de los trabajadores o con las deudas al SAT y a ASA de la aerolínea mexicana. Lo más seguro es que la Corte no aceptaría el caso, explicaron.
“Son dos jurisdicciones diferentes y además, no hay que perder de vista que bajo la ley mexicana los trabajadores tienen la primacía. Por otro lado, para entrar en Chapter 11 hay que estar operando y con suficiente dinero para pagar las obligaciones corrientes en lo que se obtiene el préstamo para salir adelante. Un Chapter 11 cuesta alrededor del 15% del valor de la empresa por la contratación de abogados, asesores, gastos litigiosos y eso puede llegar a sumar varios millones”, detallaron.
Por otro lado, la huelga de Interjet aún no ha sido calificada como existente o no, explicaron abogados laborales, por lo que pueden generarse procedimientos privados cuya eficacia se va a definir después: “al final es un conflicto entre el derecho preferente de los trabajadores sobre los bienes propiedad de la empresa y otras que se tienen por vía de terceros”, expresaron. No obstante, un Concurso Mercantil dejaría al descubierto todos los detalles de empresas propiedad de terceros vinculadas con la aerolínea y demás.
Asimismo, en relación con el Chapter 11, es evidente que se estaría provocando un conflicto de legislaciones y de jurisdicción. ¿Un juez de Nueva York puede quitarle el derecho de liquidación a un trabajador mexicano? Es un galimatías”, dijeron, “los bienes de la masa concursal desaparecerían, ¿cómo concilias eso con el concurso acá?”.
Además, en este momento hay muchas aerolíneas en problemas, ¿cuál sería el incentivo Interjet que pueda llamar la atención de inversionistas que tienen muchas ofertas para capitalizar aerolíneas como Avianca o Latam?”, expresaron.
A través del concurso mercantil, Interjet tiene el objetivo de reestructurarse comercialmente con una inversión de capital por mil millones de dólares y reiniciar sus operaciones para junio o julio de este año, sin embargo, especialistas en el área señalan que es muy poco tiempo y que un concurso mercantil es un proceso muy complejo en el que cualquier detalle puede descarrilar todo.
No hay un tratado entre Estados Unidos y México que prohíba llevar dos procesos como estos al mismo tiempo, y la ley de Concursos Mercantiles dicta que el juez deberá colaborar y coordinar sus actuaciones con los del país vecino, señaló el especialista.
Francisco Rodríguez-Nepote, abogado especialista en este rubro y asociado de Corona & Nepote Abogados, señaló que en el caso de una aerolínea, hay un factor extra de complejidad: al tratarse de una concesionaria, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes tiene mucho peso durante el proceso e incluso cuenta con un poder de veto.
Una vez que Interjet inicie un proceso concursal, se abrirá una etapa de visita, en la cual el juez nomina un auditor que revisa la información contable del deudor y así avalar que, la aerolínea está en una situación de incumplimiento generalizado a sus obligaciones. Este proceso toma entre dos y tres meses.
Posteriormente, cuando se dicte una sentencia, se iniciará la etapa de conciliación, en la que se buscará llegar a un acuerdo con los acreedores, presentar un plan de reestructura y salvar a la compañía, que es lo que busca Interjet, avalado con una inversión de mil millones de dólares que podría venir de Lufthansa Consulting, Sigma o WTI, de acuerdo con la misma aerolínea.
Sin embargo, la ley mexicana es muy poco flexible con las empresas en etapa de conciliación. Interjet sólo tendría 185 días naturales (con dos extensiones de 90 días cada una) para llegar a un acuerdo con el 50% más uno de todos sus acreedores y que estos queden reconocidos por la ley.
“Obviamente tienen que decir que estarán listos en julio, porque deben salir frente a sus inversionistas, pero es muy comprometedor poner una fecha tan próxima para salir”, finalizó el especialista.
En todo este proceso, la SCT cuenta con un lugar privilegiado. En cualquier momento, la Secretaría puede remover a Alejandro del Valle de la administración de Interjet y colocar a un administrador de su preferencia, o puede vetar toda la negociación que tenga la aerolínea con los acreedores, si las condiciones no son de su agrado. Como es un servicio público el que opera Interjet, se justifica ante la ley la presencia de la SCT, añadió Rodríguez-Nepote.
¿Qué tan fácil es salir reestructurado del Concurso Mercantil?
Entre el 2000 y 2020, México ha registrado 805 concursos mercantiles, de los cuales 588 han llegado a una conclusión, de acuerdo con el Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles (IFECOM). En el 41% de los concursos terminados se llegó a un acuerdo; el 33% terminó en etapa de quiebra, mientras que el restante terminó por defectos procesales u otras causas.
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