Las compañías arrendadoras de aeronaves enfrentan un futuro incierto, en el que es poco probable que llegue nuevo capital de inversión, lo que podría derivar en una consolidación de esta industria, señalaron especialistas en el webinar Aircraft Leasing How COVID-19 Is Changing The Industry.
Jens Flotau, editor general de Aviation Week Network, señaló que el mercado de las compañías arrendadoras ya estaba en problemas incluso antes de la crisis covid-19, debido a que se había convertido en algo muy grande con expectativas poco realistas.
“Era ya muy grande porque había muchos nuevos jugadores que buscaban estabilizarse en el mercado y crecer a tasas poco realistas, además de la presencia de capital turístico”, indicó Flotau. Asimismo, señaló que, aunque el sector ha tenido que readaptarse tras la crisis covid-19, es muy pronto para saber cuál será su futuro.
Por ejemplo, es muy posible que se dé una consolidación del negocio, y que sólo queden, al finalizar la pandemia, algunas de las grandes arrendadoras como AerCap, Gecas, Air Lease, Aviation Capital y otras. Destaca el caso de Avolon, una de las empresas más importantes de esta materia a nivel mundial, ya que se encuentra actualmente en riesgo.
Adam Pilarski, vicepresidente senior en Avitas señaló que recientemente el director general de AerCap, Gus Kelly, advirtió que el capital turístico “se va a ir”, refiriéndose a que los nuevos inversionistas, que no supieron manejar el negocio de los arrendamientos durante la época de crisis, retirarán su dinero.
Pese a fortaleza económica, arrendadores también rechazaron entregas
Durante 2020, las empresas fabricantes de aeronaves Boeing y Airbus, registraron un número histórico de cancelaciones y retraso de nuevas entregas, como resultado de la pandemia del covid-19.
En total, estas dos compañías entregaron 723 aviones, un número menor al que entregó Airbus en solitario durante 2019. Pese a que la mayoría se fijó en los contratos rechazados por las aerolíneas, los arrendadores también retrasaron y cancelaron la entrega de muchas nuevas unidades, señaló Flotau.
“De las 723 nuevas aeronaves, 167 fueron a arrendadores, lo que significa que tuvieron 25% del nuevo mercado. Relativamente hablando, ellos hicieron más recortes que las aerolíneas. Por ejemplo, ¿recuerdan que las familia MAX redujo su cartera de pedido en más de mil unidades? Muchas de estas cancelaciones fueron de arrendadores que, en cuanto vieron la oportunidad de salir legalmente del contrato, lo hicieron”, añadió.
De acuerdo con el especialista, sólo los ocho arrendadores más grandes del mundo recibieron más de diez aeronaves durante 2020, lo que da muestra del tamaño de la crisis por la pandemia.
Finalmente, las aerolíneas comerciales han descubierto una nueva oportunidad en esta crisis: el transformar aviones comerciales en cargueros, en vez de rechazar sus contratos y buscar nuevos aviones.
Lee Ann Shay, editora de Aviation Week, señaló que Air Canada recientemente transformó varios de sus aviones de fuselaje ancho en cargueros y ahora está operándolos en el mercado de la industria aérea que no se ha visto tan afectado por la pandemia: el de carga.
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