A partir de hoy, 11 de enero, todas los los viajeros internacionales que arriben a Inglaterra y Escocia deberán presentar una prueba negativa de covid-19 para ingresar. La medida busca evitar el surgimiento de nuevas cepas del virus.
Grant Shapps, secretario de Transporte del Reino Unido, anunció que en caso de no ser cumplida, acarreará una multa inmediata de 500 libras. La nueva regla aplicará a pasajeros que lleguen por vía aérea, barco o tren.
Esta medida fue impuesta luego de que las autoridades decidieron suspender todos los viajes directos desde Sudáfrica, tras detectarse una nueva variante de covid, de la cual, se cree que es más virulenta que la cepa dominante en el Reino Unido.
"Ya tenemos medidas significativas para prevenir casos importados de Covid-19, pero con el desarrollo internacional de nuevas cepas del virus, debemos tomar más precauciones", dijo Shapps.
Asimismo, los pasajeros que regresan al Reino Unido después de haber visitado países de alto riesgo de contagio deberán permanecer en autoaislamiento para evitar contagios.
Los operadores de transporte, tripulaciones, niños menores de 11 años y viajeros que provengan de países sin la infraestructura para realizar pruebas quedarán exentos.
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