En caso de que el Grupo Internacional de Aerolíneas (IAG, por sus siglas en inglés) adquiera a la low-cost Norwegian, la Comisión Europea de Competencia evaluaría si esto afectaría la competencia aérea y ocasionaría un posible aumento en el costo de los vuelos.
Si la compra se concreta, estudiarían si se “afectaría a la competencia en las rutas explotadas por ambos grupos aéreos, lo que posiblemente plantearía el riesgo de que aumenten las tarifas y disminuyeran las opciones para los consumidores”, señaló Margrethe Vestagher, comisaria europea de Competencia.
De igual forma, Bruselas estudiaría si la acción conjunta de la IAG y Norwegian en aeropuertos europeos podría impedir la entrada o expansión de otras aerolíneas.
Hasta la fecha, no hay señales de que se pueda dar una compra por parte de la IAG. Incluso la junta directiva de Norwegian ha rechazado dos ofertas del grupo presidido por Willie Walsh porque “infravaloraban” a la low-cost.
También, Carsten Spohr, presidente del Grupo Lufthansa anunció que está en pláticas con Norwegian, por lo que podría no ser el grupo español, sino el alemán quien se haga de la aerolínea noruega.
Pero, en caso de que se concrete un acuerdo entre la IAG y Norwegian, la Comisión de Competencia estudiaría si esto obstaculizaría de alguna forma la competencia efectiva en la Unión Europea.
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