La aerolínea estadounidense Delta Airlines aceptará que los primeros de sus 75 aviones CS100 que ordenó al dúo empresarial de Airbus y Bombardier sean fabricados en la planta canadiense de Bombardier, en lo que la planta de Alabama, Estados Unidos, termina de ser construida.
Buscamos mantener el objetivo de que las nuevas aeronaves de Delta estén en el aire en 2018, señaló el CEO de Bombardier, Alain Bellemare, en un comunicado retomado por The Canadian Press, la agencia estatal de aquel país.
También Bellemare señaló que el costo de la línea de ensamblaje que construirán en Alabama será de entre 250 y 300 millones de dólares.
Por su parte, Delta confirmó que están analizando las mejores estrategias para empatar con la capacidad de producción de Bombardier para que ambas puedan mantener su ritmo de producción y operación.
Estas acciones por parte de Delta y Bombardier entran en el marco de la demanda recientemente ganada por la constructora canadiense contra el gigante estadounidense Boeing, que aseguró que la producción canadiense de los aviones de serie C era injusta para sus ventas en Estados Unidos, debido a que el costo de producción de las aeronaves es menor en aquel país debido a un subsidio gubernamental.
Aunque Boeing perdió, aún puede apelar la decisión de la Comisión Internacional de Comercio de los Estados Unidos.
Por su parte, Bombardier busca que este año sea más productivo que 2017, en el cual sólo pudieron entregar 17 aeronaves de serie C, cayendo de su pronóstico inicial que iba de entre 20 a 22 aviones. Este déficit fue provocado por fallas y retrasos en los motores de la empresa Pratt & Whitney.
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