Durante este año, varios pilotos se han rehusado a transportar ciertos pasajeros provenientes de países del Medio Oriente que están siendo deportados, quienes no quieren regresar a sus países de origen por el temor de enfrentar represalias de las autoridades locales.
Hasta el momento, este esfuerzo no coordinado ha resultado en la permanencia de aproximadamente 222 refugiados en Alemania que, según el partido político Die Linke, pidieron asilo político entre enero y septiembre de este año.
Muchos de estos individuos provienen de Afganistán, Irak, Siria y otros países que están lidiando con situaciones políticas complicadas, incluyendo conflictos armados.
Al respecto, Michael Lamberty, portavoz de Lufthansa, indicó que estas acciones tomadas por los pilotos se han dado en casos especiales, por lo que no reflejan una postura general en torno a este asunto. Y agregó que un piloto puede sacar a un pasajero si supone una amenaza para la seguridad.
De acuerdo con el medio alemán RBB24, un piloto de Lufthansa comentó de manera anónima que las tripulaciones de los aviones normalmente sacan a los pasajeros de los vuelos cuando indican que no quieren realizar el viaje. Gracias a esto, se ha prevenido que varios pasajeros reaccionen abruptamente antes del despegue y se ha podido proteger al resto de los pasajeros.
Cabe destacar que en los primeros seis meses de 2017, la oficina federal de Migración y Refugiados de Alemania (BAMF, por sus siglas en alemán) recibió 388 mil 201 peticiones de asilo político.
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