Si abres tu corazón al patriotismo, no hay lugar para los prejuicios”, Donald Trump durante su discurso de investidura presidencial del 20 de enero de 2017.
El pasado lunes, la aerolínea Emirates anunció el lanzamiento de su ruta Dubái-Athenas-Newark, la cual estaría disponible a partir del 12 de marzo. Sus objetivos: conectar a los griego-norteamericanos del área metropolitana de Nueva York con su país de origen y ofrecer una opción conveniente a aquellos viajeros con destino a Oriente Medio, Asia y África. Tomando en cuenta que La Gran Manzana aloja a la mayor comunidad griega de los Estados Unidos, este servicio parece una lógica decisión de negocios.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con los planes de Emirates. Especialmente Delta, United y American, las tres grandes aerolíneas de los EU (US3).
Los transportistas conocidos como "tradicionales", en unión con gremios de trabajadores aéreos en la llamada Asociación por Cielos Abiertos y Justos, realizaron un llamado a la administración Trump para que bloquee esta ruta, por considerarla una clara afrenta al plan del nuevo mandatario para devolver los empleos a suelo estadounidense.
Al violar flagrantemente el acuerdo de Cielos Abiertos con los Estados Unidos, Emirates está desafiando a la administración de Trump en este inicio de mandato", dijo Jill Zuckman, vocero principal de la Asociación en un comunicado.
De acuerdo con US3, el problema radica en que los operadores del golfo persa (el propio Emirates junto con Qatar Airways y Etihad Airways, en lo que se conoce como bloque ME3), al estar bajo el control del Estado, han recibido cerca de $50 mil millones de dólares en subsidios y beneficios de sus gobiernos en la década pasada, algo que las aerolíneas estadounidenses consideran como "competencia desleal", pues viola los acuerdos aéreos bilaterales entre EU y las naciones de Oriente Medio.
Otra objeción son los costos operativos, pues mientras los miembros de US3 sólo operan vuelos veraniegos a la capital griega, Emirates planea hacerlo todo el año sin interrupciones. Y si a esto sumamos la capacidad extra de asientos de su flota de Boeing 777-300ER, las aerolíneas norteamericanas temen perder la preferencia en este mercado trasatlántico.
Asimismo, analistas económicos consultados por la Asociación estiman que, por cada vuelo internacional cancelado, cada aerolínea estadounidense se ve obligada a cortar mil 500 plazas laborales, fenómeno que atribuyen a la rápida expansión de las compañías del ME3 a los EU. De ahí el llamado al dirigente de la Casa Blanca.
Estamos deseosos de trabajar con el presidente Trump y su equipo para hacer cumplir estos acuerdos y proteger los empleos estadounidenses, algo que la administración Obama no pudo lograr".
We look forward to working with President Trump to enforce #OpenSkies agreements & protect American jobs. https://t.co/qE6YgIH6Q2 @tedreednc
— Open and Fair Skies (@OpenFairSkies) January 24, 2017
Aunque aún es incierto el rumbo de acción que tomará el mandatario en este tema, existen voces de respaldo al bloque ME3 provenientes de aerolíneas como JetBlue y Alaska Airlines, transportistas de carga como FedEx, fabricantes aeronáuticos como Boeing y hasta la U.S. Travel Association, principal organismo de impulso al turismo desde y hacia los EU.
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