Los problemas laborales pueden ser una pesada losa para cualquiera, tanto así que un mal día te puede tirar al piso. Pero si consideramos la carga de estrés físico y mental de un piloto aviador, entre largas distancias, horas de espera y cambios de horario, esto puede significar el desplome, no solo de sus aspiraciones personales, sino también de la aeronave que conduce y provocar así una sucesión de catástrofes humanas, sociales y económicas que pongan en jaque la sobrevivencia de la industria aeronáutica en su conjunto.
Con esto en mente, Marsh, consultoría en seguros y gestión de riesgos, difundió un estudio donde pone énfasis en el bienestar de los pilotos como factor determinante para el futuro de las compañías aéreas.
Y es que de acuerdo a un pronóstico de Boeing, en los próximos 20 años se requerirán de al menos 95 mil nuevos pilotos para cubrir el incremento de 3.3% anual en el volumen de pasajeros de los EU.
Sin embargo, actualmente ocurre el efecto contrario, pues la disponibilidad de pilotos viene a la baja debido, entre otros factores, a la obligada jubilación de los pilotos senior. Y eso sin considerar las perspectivas globales de oferta y demanda. ¿Podrá el mercado con este reto?
En el documento titulado Overcoming the Pilot Shortage insta a las aerolíneas a mejorar el paquete de prestaciones de los empleados aéreos, de manera que adquieran una ventaja competitiva con la que puedan asegurar la atracción y retención adecuada de sus tripulaciones.
La clave para que las compañías destaquen frente a sus competidores está en crear soluciones innovadoras que se adapten a los empleados y se ajusten a las características de la empresa, de modo que tanto las aerolíneas como los pilotos se vean favorecidos”, Rocío Pereira, directora del Departamento de Alternative Risk Transfer de Marsh.
Y aunque es un factor relevante, Marsh señala que no solo se trata de aumentar los salarios: las aerolíneas deben promover condiciones de trabajo con beneficios sociales y un enfoque orientado en las personas, que les permitan hacer frente a cualquier eventualidad. Esta perspectiva contrasta totalmente con las tendencias contractuales de hoy en día, como la subcontratación, el aumento de las horas de trabajo y la reducción de los salarios.
“Lo que callamos los pilotos”
Considerada como una de las 5 profesiones más estresantes, la vida del piloto aviador está llena de contratiempos: ya sean fallas mecánicas o maniobras de emergencia por culpa de drones que invaden espacio aéreo no autorizado, la destreza física del piloto está siempre a prueba, por lo que sus exámenes médicos son en extremo rigurosos.
Pero hay factores externos que escapan del control hasta de los más capaces: emergencias epidemiológicas, erupciones volcánicas o ataques terroristas, todo abona a los niveles de estrés. Hasta los apuntadores láser, que afectan la visión si golpean la retina con frecuencia, pueden ser causa de angustia por perder la licencia.
Y si de tragedias se trata, baste recordar el incidente de Germanwings en los Alpes franceses para valorar la fortaleza de carácter necesaria para ponerse el uniforme y tomar el vuelo todos los días. O como dijo García Márquez, para ser un "temeroso insigne".
Todos estos factores deben considerarse al definir el paquete de beneficios que mejor se adapte a los perfiles de pilotos y aerolíneas, de modo que exista un balance entre la cobertura adecuada de riesgos y recompensas atractivas.
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