Las aerolíneas Delta, American Airlines y United Airlines planean invertir hasta cuatro millones de dólares para contratar a empleados que ayuden a movilizar el acceso en las filas de los aeropuertos en Estados Unidos, informaron.
Esta inversión se dio luego de que surgieran muchas quejas por el tiempo que tomaba pasar los controles de seguridad de la Administración Federal de Seguridad del Transporte (TSA), añadieron.
Los problemas de tiempo en las líneas de seguridad en los aeropuertos estadounidenses se agravaron tanto en los últimos meses, que ya tuvo como consecuencia el despido del jefe de seguridad de la TSA, Kelly Hoggan.
Delta busca reducir el tiempo en las líneas de la TSA atacando puntos clave: proveer de empleados que puedan encargarse de tareas y a su vez liberen a los inspectores de la Administración para que estos realicen otras labores; trabajar con expertos e ingenieros para rediseñar los puntos de control y que estos tengan un flujo óptimo; y también, rediseñar dos puntos de control en el aeropuerto de Atlanta, con una inversión de un millón de dólares para facilitar el movimiento en el aeropuerto más transitado del mundo.
Pero el verdadero motivo porque las aerolíneas de Estados Unidos están promoviendo la velocidad en las líneas de seguridad aeroportuarias es por la cuestión monetaria.
Si American Airlines va a gastar 4 millones de su dinero, obviamente las aerolíneas están nerviosas sobre la posibilidad de no poder vender boletos de última hora”, indicó la directora editorial de la compañía de guías de viajes Frommer’s, Pauline Frommer.
La experta señala que las largas filas durante la temporada alta en Estados Unidos pueden tener una consecuencia beneficiosa para los viajeros: que los vuelos comprados de última hora sean más baratos.
Además, las aerolíneas buscan frenar la caída del precio en las tarifas de los boletos de avión, la cual ha disminuido durante el último año como consecuencia del bajo precio del petróleo.
Durante 2015, con todo y la inflación, el boleto promedio de ida y vuelta dentro de estados Unidos fue el más bajo desde 2010, y los precios a destinos internacionales también han disminuido.
Sin embargo, para las aerolíneas, esta caída en los precios de los boletos ha sido ocasionada a una oferta excesiva en la cantidad de asientos disponibles, y buscan controlarla, por lo que han anunciado medidas para lograrlo.
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