Desarrollados por Airbus en colaboración con el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES), los cuatro satélites ópticos de observación terrestre de la constelación CO3D partieron desde Toulouse con destino al puerto espacial europeo de Kourou, en la Guayana Francesa.
El lanzamiento está previsto para el 25 de julio a bordo de un cohete Vega-C, operado por Arianespace.
Los satélites CO3D, de uso dual, están diseñados para suministrar Modelos Digitales de Superficie (DSM) de alta resolución mediante imágenes estereoscópicas de 50 centímetros, así como imágenes 2D dirigidas a clientes institucionales y comerciales.
Su operación permitirá complementar las capacidades ópticas y de radar existentes en la flota espacial de Airbus. Cada satélite pesa aproximadamente 285 kilogramos, utiliza propulsión eléctrica y funcionará en órbitas heliosincrónicas durante un periodo estimado de ocho años.
“CO3D no es sólo un paso adelante en la capacidad operativa, también es un cambio de juego en términos de innovaciones tecnológicas, industriales y comerciales. Una asociación del ingenio francés, gracias al fuerte apoyo del CNES, que mejorará aún más el S250: nuestra próxima generación de satélites ópticos de doble uso que ya está atrayendo un interés particular en el contexto geopolítico actual”, declaró Alain Fauré, jefe de Sistemas Espaciales de Airbus.
Los datos generados por los satélites se integrarán en una plataforma terrestre operada por Airbus, basada en la nube, que incluye una cadena de procesamiento proporcionada por el CNES. Este sistema permitirá producir un mapa 3D global actualizado, útil para aplicaciones militares y civiles en áreas como hidrología, planificación urbana, gestión de recursos, geología y seguridad civil. Se estima que, tras seis meses de pruebas en órbita, la constelación entregará un mapa tridimensional detallado de Francia y del llamado “arco de crisis” en un plazo de 18 meses.
La constelación incorpora innovaciones como el sistema LASIN, que utilizará comunicación óptica por láser para lograr velocidades de descarga de hasta 10 gigabits por segundo.
Además, permitirá ejecutar aplicaciones a bordo, incluyendo algoritmos de inteligencia artificial para detección automatizada de elementos como buques o aeronaves.
Uno de los satélites contará con sensores de reducción de ruido y modos especiales de exposición para capturar imágenes en condiciones de baja iluminación. Junto con CO3D, se lanzará también el satélite Microcarb, desarrollado por CNES y la Agencia Espacial del Reino Unido, destinado a monitorear las concentraciones de carbono en la atmósfera a escala global.