Es un hito histórico al alcanzar un rendimiento sin precedentes en pruebas de gran altitud, marcando un paso clave hacia su certificación
magniX, la empresa armadora de aviones eléctricos, anunció un hito histórico al completar las pruebas de su unidad de propulsión eléctrica (EPU) magni650 en el banco de pruebas para aviones eléctricos de la NASA (NEAT) en Sandusky, Ohio EU.
El magni650 logró un rendimiento exitoso a una altitud simulada de 30,000 pies con una potencia continua máxima de 700 kilovatios (kW), un logro sin precedentes para un motor eléctrico.
Este avance en el desempeño del EPU de magniX bajo condiciones de vuelo simuladas a gran altitud demuestra su preparación para la fase de pruebas de vuelo del proyecto de demostración de tren motriz electrificado (EPFD) de la NASA y lo acerca a convertirse en el primer motor eléctrico certificado en el mundo.
En la siguiente etapa, uno de los cuatro motores de turbina del avión de prueba De Havilland Dash 7 de magniX será reemplazado por un tren motriz eléctrico magni650, con vuelos de prueba programados para 2026.
En la fase final del programa, se sustituirá un segundo motor de turbina por otro tren motriz de magniX. Esta configuración se espera que reduzca el consumo de combustible hasta en un 40% en un vuelo típico. Los datos recopilados acercarán la electrificación de aeronaves comerciales de gran escala a su entrada en servicio para finales de la década.
“La campaña de pruebas en NEAT nos ha acercado a la primera certificación mundial de un tren motriz eléctrico para la aviación", afirmó Ben Loxton, vicepresidente de Programas Técnicos de magniX.
Con un récord inigualable de impulsar vuelos inaugurales en cinco aeronaves diferentes, magniX está liderando los avances en la aviación eléctrica. Tras el lanzamiento de sus baterías Samson a principios de 2024, que ofrecen una densidad de energía y vida útil sin igual, magniX proporciona una solución integral de tren motriz eléctrico con un camino claro hacia su entrada en servicio.
“El trabajo que estamos realizando con la NASA en el proyecto EPFD permitirá la electrificación de la aviación comercial regional con aviones completamente eléctricos en rutas cortas y la hibridación en rutas más largas, pasos significativos hacia la descarbonización de la industria aeroespacial”, agregó.
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