Para celebrar el 54º aniversario del primer viaje a la Luna, Airbus realizó una revisión de la futura exploración lunar en la que se planteó como buena idea que el ser humano se establezca en su satélite natural, ya que es un trampolín ideal para aventurarnos aún más en el espacio.
Achim Seidel, ingeniero de Airbus que trabaja en el proyecto Roxy, un proceso industrial que podría proporcionar lo necesario para sustentar la vida humana en la Luna, afirmó que debido a su baja atracción gravitatoria, la energía necesaria para lanzar misiones al espacio profundo es mucho menor.
“Por ello, tenemos que establecer un ecosistema en el que la gente pueda vivir a largo plazo utilizando los recursos locales. Esto dará lugar a una serie de nuevas tecnologías que también podrían beneficiar a la vida en la Tierra, lo cual es muy emocionante”.
Para hacer posible esto, se debe tener en cuenta elementos esenciales para el asentamiento humano en la Luna. El principal es asegurarse que haya suficiente oxígeno para que los humanos respiren y agua para beber.
“Estos dos elementos son prioritarios. Le siguen los metales y las aleaciones, ya que serían necesarios para construir edificios, hábitats y estructuras, así como cables y materias primas para fabricar satélites en el espacio profundo”.
Transportar a la Luna elementos clave para la vida, como oxígeno, agua y metales, sería demasiado caro. “Para que fueran económicamente viables, tendrían que producirse localmente en la Luna”. Este concepto se le denomina ISRU, abreviatura de "in-situ resource utilisation" (utilización de recursos in situ).
Actualmente, Airbus está desarrollando tecnologías y sistemas capaces de realizarlo. Seidel comentó que el proceso Roxy (Regolith to OXYgen and Metals Conversion) es un ejemplo de ello: utiliza el regolito, el polvo de la superficie de la Luna, para producir estos recursos clave de forma muy eficiente. Esto limita la necesidad de costosos suministros desde la Tierra.
El proyecto Roxy está actualmente en fase de laboratorio donde ha producido oxígeno y metales en una demostración en la Tierra.
Así se busca construir un demostrador lunar para 2026-27 que sería capaz de producir unos gramos de oxígeno a partir del regolito en un día lunar (28 días terrestres).
En una segunda etapa, prevista hacia 2030, una planta piloto produciría 500 kilogramos de oxígeno al año. Esta planta piloto podría servir de apoyo a las misiones lunares proporcionando oxígeno para el soporte vital.
En la etapa final, la planta entraría en funcionamiento en la segunda mitad de la década de 2030 y produciría unas 50 toneladas de oxígeno al año, que se utilizarían para la vivienda y en los trajes espaciales.
La planta también produciría metales que podrían utilizarse como materiales de construcción, e incluso podría producir combustible para cohetes para propulsar naves espaciales a Marte y la Tierra.
Por lo tanto, en la Tierra, Roxy podría utilizarse para reducir las emisiones de la producción de metales mediante un ciclo de portador de energía sin carbono. En este proceso, el polvo de hierro producido por Roxy se utilizaría como portador de energía. Cuando el polvo de hierro arde, se convierte en óxido de hierro sin producir dióxido de carbono.
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