Tres satélites del primer lanzamiento espacial desde el nuevo cosmódromo ruso Vostochni, en Siberia, han sido puestos en órbita, informó la agencia Sputnik en su sitio web.
Los satélites rusos que se enviaron se llaman Aist-2D, Mijailo Lomonósov y SamSat-218, y la agencia de noticias rusa indicó que la comunicación con los tres apartos se estableció correctamente luego de su despegue en la mañana siberiana.
La construcción del nuevo cosmódromo inició en 2012, luego de que el presidente de Rusia Vladimir Putin firmara en 2007 un decreto para iniciar su construcción, que debió finalizar el año pasado, y debido a problemas con el presupuesto, las obras se demoraron, indicó el diario español El País.
La intención que tiene el gobierno ruso con este nuevo cosmódromo es reemplazar eventualmente a la base de Baikanur, construida durante la época de la Unión Soviética y que actualmente se encuentra en el país vecino de Kazajistán.
El lanzamiento original estaba programado para el 26 de abril, pero se pospuso un día por fallas técnicas.
Sucede con frecuencia que se posponga un lanzamiento, indicó el portavoz de Roskosmos, la agencia espacial rusa, quien recordó que el lanzamiento de un cohete Soyuz en Kurú, en la Guyana Francesa, se aplazó tres veces.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin indicó que “a pesar de todos los fracasos, Rusia sigue siendo la potencia dominante en términos de número de lanzamientos espaciales”.
Con respecto a estos fracasos, cabe recordar que, desde la caída de la Unión Soviética, la agencia espacial rusa se ha visto envuelta en casos de corrupción y malversación de fondos, como el de 2014 cuando los dirigentes del fabricante de cohetes, Khrunichev State Research, fueron acusados de desaparecer 182 millones de dólares.
Por último, el cosmódromo de Vostochni está localizado en el óblast de Amur, en el este de Rusia, en la frontera con China. La base está cerca del pueblo de Uglegorsk, que en el pasado tuvo una base de misiles soviética “y donde en el futuro, si los planes se cumplen, habrá una nueva ciudad de la ciencia con el nombre de Tsiolkovski”, indicó El País.
Este cosmódromo tiene fines comerciales, mientras que la otra base rusa, la de Plesetsk, ubicada en la región de Arjángelsk –en el norte de Rusia, cerca de Noruega– tiene fines militares.
Por último, añade El País, que por el momento Moscú no planea abandonar la base kazaja de Baikanur, pero que siguen de cerca los acontecimientos políticos en la ex nación soviética.
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