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01/05/2024

Detecta misión de la NASA cambió en salinidad de aguas costeras

Redacción A21 / Jueves, 4 Abril 2024 - 01:00
Esta encomienda se llevó a cabo con ayuda de la agencia espacial argentina

La misión Aquarius, que fue lanzada en 2011, realizó algunas de las primeras observaciones globales desde el espacio y que involucran la salinidad de la superficie del mar utilizando radiómetros extremadamente sensibles para detectar cambios sutiles en las emisiones de radiación de microondas del océano. 

Aquarius es una colaboración entre la NASA y la agencia espacial argentina, Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).

El equipo descubrió que la salinidad es al menos 30 veces más variable en estas zonas dinámicas cercanas a las costas que en mar abierto. El vínculo entre la lluvia, los ríos y la sal es especialmente pronunciado en las desembocaduras de grandes sistemas fluviales como el Mississippi y el Amazonas, donde las columnas de agua dulce pueden mapearse desde el espacio a medida que desembocan en el océano.

“El equipo demostró que las variaciones de un año a otro en la salinidad cerca de las costas se correlacionan fuertemente con la oscilación del sur de El Niño (fenómeno climático) y su contraparte, La Niña, afecta el clima en todo el mundo de maneras contrastantes”, destacó la NASA.

Agregó que El Niño, vinculado a temperaturas oceánicas más cálidas que el promedio en el Pacífico ecuatorial, puede provocar más lluvias y nevadas de lo normal en el suroeste de Estados Unidos, así como sequía en Indonesia. Estos patrones se invierten un poco durante La Niña.

La agencia espacial señaló que con el calentamiento global, los investigadores han estado observando cambios en el ciclo del agua, incluidos aumentos en las precipitaciones extremas y la escorrentía.  En la intersección de la tierra y el mar, las aguas costeras pueden ser donde los impactos sean más detectables.

Señaló que algunas de las aguas costeras del mundo no están bien estudiadas, a pesar de que alrededor del 40% de la población humana vive a unas 60 millas (100 kilómetros) de una costa. Una razón es que los medidores de ríos y otros monitores in situ pueden ser costosos de mantener y no pueden proporcionar cobertura de todo el planeta, especialmente en regiones más remotas.

Añadió que hoy en día, dos herramientas de mayor resolución –la misión de Humedad del Suelo y Salinidad del Océano (SMOS) de la ESA (Agencia Espacial Europea) y la misión de Humedad del Suelo Activa Pasiva (SMAP) de la NASA– permiten a los científicos acercarse a 40 kilómetros (25 millas) de las costas.

Utilizando datos de las tres misiones, los investigadores descubrieron que la salinidad superficial en las aguas costeras alcanzaba un promedio global máximo (34,50 unidades prácticas de salinidad, o PSU) cada mes de marzo y caía a un promedio global mínimo (34,34 PSU) alrededor de septiembre. La PSU es aproximadamente igual a partes por mil gramos de agua. La descarga de los ríos, especialmente del Amazonas, impulsa este momento.

La NASA explicó que en mar abierto, el ciclo es diferente: la salinidad superficial alcanza un mínimo promedio global (34,95 PSU) de febrero a abril y un máximo promedio global (34,97 PSU) de julio a octubre.  

Añadió que el océano abierto no muestra tanta variabilidad entre estaciones o años porque contiene un volumen de agua significativamente mayor y es menos sensible a la descarga de los ríos y al ENSO.  

En contraste, los cambios se rigen por la precipitación a escala planetaria menos la evaporación global total, además de otros factores como la circulación oceánica a gran escala.

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