Pasar al contenido principal
28/03/2024

¿Qué pasará con la turbosina?

Rosario Avilés / Martes, 11 Diciembre 2018 - 10:07

Aún no sabemos con certeza qué es lo que ocurrirá finalmente en materia energética en el país, aunque el pasado fin de semana se anunció la construcción de una nueva refinería y la rehabilitación de las otras seis. Se ha hablado de ser autosuficientes en materia de producción de gasolina, pero la turbosina -el combustible que utilizan los aviones-, no se ha mencionado aún, ni se sabe si su distribución por parte de jugadores privados seguirá adelante o habrá marcha atrás en la resolución de abrir la competencia en este sector.

Desde hace 40 años que Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), que hoy encabeza Alfonso Sarabia de la Garza, tiene bajo su responsabilidad el almacenaje, distribución y venta de este combustible en prácticamente todas las terminales aéreas del país, 62 aeropuertos de toda la República en los cuales se suministran cada día 13.8 millones de litros, para lo cual este organismo tiene una amplia red de almacenes. No obstante, el 84 por ciento de este insumo se concentra en 10 estaciones de combustible localizados en Ciudad de México, Cancún, Guadalajara, Tijuana, Monterrey, San José del Cabo, Puerto Vallarta, Toluca, el Bajío y Mérida y desde ahí se surten todas las terminales aéreas del país.

El tema es que en materia de producción de turbosina y gasavión México ya no es autosuficiente desde 2012. En este momento se importa aproximadamente el 70 por ciento de lo que se consume y además, precisamente a partir del año que está por concluir, se inició un programa muy vigoroso de apertura en el mercado para que empresas privadas entraran a suministrar este servicio a las aerolíneas.

Y es que desde hace años, tanto la Cámara Nacional del Aerotransporte (Canaero) como la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), habían pugnado por abrir el mercado de turbosina a la competencia y desde junio pasado -cuando se derogó el artículo 9 transitorio del reglamento a la Ley de Aviación, que le daba exclusividad a ASA para vender combustible en los aeropuertos mexicanos, se decía que esto le daba certidumbre a las 78 empresas privadas que tienen permiso para importar este combustible. Muchas de estas empresas estaban interesadas en prestar el servicio de almacenaje, venta y distribución, pero lo cierto es que ninguna de ellas podría lograr desarrollar en el corto plazo una red como la que posee ASA.

De hecho, este organismo calcula que en 2018 se venderán 5,000 millones de litros de este tipo de combustible, un 5 por ciento más que en 2017, puesto que la demanda es creciente y se suponía que los nuevos jugadores irían desarrollando una base competitiva de almacenes, distribución y venta con objeto de que los precios bajaran. Lo cierto es que esto no se ve fácil por la inversión que se requiere y al mismo tiempo, ASA se aplicó en obtener certificaciones, ser mucho más eficiente en sus procesos y capacitar intensivamente a sus 800 técnicos para operan sus más de 300 vehículos.

Todo esto, sin embargo, no se sabe en qué va a parar exactamente, tomando en cuenta que, al menos en el discurso inicial, pareciera haber una intención gubernamental de devolverle al Estado toda su rectoría sobre el sector energético (del sector aéreo aún no hay señales). En todo caso, habrá que estar atentos pues la incertidumbre hará que las inversiones en el sector se detengan.

Lo oí en 123.45: Quiero darle especiales gracias a Luis Miguel González por su invitación para publicar esta columna de manera semanal a partir de hoy. Con ello, regreso a la que fue mi casa desde su fundación hace 30 años y desde aquí seguiremos la marcha del sector transporte aéreo y la industria aeronáutica y aeroespacial. Y también nos han dicho que hay planes muy adelantados para intentar que vuelva a volar Mexicana de Aviación. Lo estaremos reportando. E-mail: raviles0829@gmail.com.

Facebook comments