El inminente crecimiento en los volúmenes de tránsito aéreo internacional, proyectado a duplicarse en un par de décadas, representa no solo una gran oportunidad para el desarrollo socioeconómico, sino también el pretexto perfecto para priorizar el desarrollo y la retención de la Próxima Generación de Profesionales de la Aviación (iniciativa NGAP, por sus siglas en inglés), para que los sueños de la niñez de convertirse en pilotos no se queden en tierra.
Así lo suscribieron Fang Liu, secretaria General de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), Irina Bokova, Directora General de la oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y Qian Tang, subdirector General de Educación de la UNESCO.
La OACI lanzó la iniciativa NGAP en 2009 para hacer frente a la escasez prevista de profesionales de la aviación y con el fin de promover y maximizar la futura inversión de recursos entre todas las partes interesadas.
Cabe destacar que, según datos del programa NGAP, en los próximos 20 años, las aerolíneas tendrán que añadir 25 mil nuevos aviones, que se suman a los 17 mil de la flota comercial actual y, para los cuales, en 2026 deberán estar preparados 480 mil nuevos técnicos para darles mantenimiento, así como más de 350 mil pilotos para volarlos.
Y por si fuera poco, el 73% de la plantilla de controladores de tráfico aéreo en los Estados Unidos ya alcanzó la edad de retiro y es elegible para jubilación. De ahí la importancia del relevo generacional.
Enseñando a las mujeres a volar
Las titulares de OACI y UNESCO también identificaron la necesidad de incorporar a cada vez más mujeres para superar la enorme brecha de género en el sector de la aviación civil internacional.
Según un dato combinado de Boeing y la Sociedad Internacional de Mujeres Pilotos de Líneas Aéreas, tan solo el 0.6 por ciento de los pilotos en el mundo son mujeres.
Por ello, ambas agencias de la ONU acordaron mejorar la cooperación y la coordinación para apoyar la implementación de todos los proyectos actuales y futuros, como NGAP, Dreams Soar o Teaching women to fly, por citar solo algunos.
Las niñas necesitan ver más mujeres aviadoras como modelo a seguir, para así revertir los bajos números actuales de participación femenina en el campo de aviación”, Teaching women to fly.
Bajo el lema “despega con nosotros”, Dreams Soar y la National Business Aviation Association han preparado un evento especial dentro de la Business Aviation Convention & Exhibition (NBAA-BACE), que se celebra actualmente en Florida, Estados Unidos, y a donde asistirá Shaesta Waiz, la primer piloto civil de Afganistán, en una escala de su vuelo en solitario por todo el mundo para inspirar a otras mujeres a “elevar sus sueños” en los campos de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).
Así, proyectos como los antes mencionados promueven el empoderamiento de las próximas generaciones en STEM ya que, según Dreams Soar, tan solo en los Estados Unidos se espera un crecimiento del 17 por ciento en la oferta de trabajo en estos sectores, lo que representará un reto para la industria de la aviación por retener al personal altamente calificado.
Otros retos que iniciativas como NGAP se han propuesto a resolver son la armonización de las competencias en algunas disciplinas aeronáuticas y la promoción de los diferentes puestos de trabajo en la aviación para sean considerados en el campo de visión de las próxima generaciones.
Por: Jorge A. Castellanos
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