De acuerdo con información de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), las perspectivas de la aviación en México son “altamente positivas”, la aeronáutica civil está cobrando un impulso sin precedentes y como parte de este proceso de expansión, la autoridad aeronáutica se está transformando estructural y orgánicamente en Agencia Federal de Aviación Civil para cumplir sus facultades legales y normativas con mayor autonomía operativa y de vigilancia.
El objetivo de esta transformación es cumplir con los retos del futuro inmediato para el sector. Para ello, la DGAC ha establecido un vigoroso programa de trabajo en el 2016 con la finalidad de mejorar los servicios, costos y dinamismo del transporte aéreo, incrementar exportaciones, ampliar la conectividad, establecer las condiciones para garantizar la máxima seguridad aérea, promocionar el desarrollo regional, capitalizar el potencial de crecimiento de la industria aeronáutica y promover la inversión pública y privada.
Tan sólo en los últimos tres años, de 2012 a 2015, la aviación comercial regular y de fletamento incrementó sus operaciones 15%, pasando de 633 mil a 744 mil operaciones. Es un crecimiento sustancial, indicativo de las políticas de gobierno a favor de esta industria. Los pasajeros transportados se incrementaron 24%, al pasar de 57 millones en 2012 a 75 millones en 2015. La carga aumentó 14% al pasar de 610 mil toneladas a 705 mil toneladas.
Estas cifras, señala la DGCA, son alentadoras para los tres primeros años del sexenio y nos muestran una perspectiva de crecimiento y una tendencia que será proyectada con mayor fuerza y vigor, con la ejecución de los más de 50 convenios bilaterales de transportación aérea. Entre éstos destaca el realizado con los Estados Unidos que potencializa las oportunidades de la aviación civil en nuestro país.
Sin embargo, también se destaca la renegociación de convenios con los Emiratos Árabes, Japón, Alemania, Reino Unido, El Salvador, Ecuador, Guatemala, España, Perú y Canadá.
Además, hay negociaciones bilaterales con Honduras, Países Escandinavos, Finlandia, Egipto, Marruecos e Israel y la promoción de la firma de convenios con Arabia Saudita, Kuwait, Países Bajos, Suiza e Islandia, entre otros.
Sumado a todo esto, se encuentra la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) como hub mundial que duplicará en su primera etapa, la capacidad del actual aeropuerto.
El NAICM triplicará en el largo plazo las posibilidades de conectividad internacional y geoestratégica de México.
Entre los compromisos presidenciales, destacan los proyectos de infraestructura de los aeropuertos de Palenque, Chiapas; Nuevo Laredo, Tamaulipas; Ixtepec, Oaxaca; Chetumal, Quintana Roo y Lázaro Cárdenas, Michoacán, entre otros.
Aunado a lo anterior, se encuentra un nuevo impulso a los aeropuertos del centro del país, para generar una plataforma logística y de conectividad regional con los aeropuertos de Toluca, Puebla, Querétaro, Cuernavaca en una estrategia integral que redistribuya las posibilidades de transportación de pasajeros, la oferta de carga y las operaciones en la zona más poblada y de mayor demanda del país por su cercanía con la ciudad de México.
Todo ello sumado a las inversiones de los grupos aeroportuarios privados y de transportes gubernamentales, además de la expansión sin precedentes que las líneas aéreas mexicanas tienen proyectada para los próximos 5 años y el desarrollo de toda la industria aeronáutica, incluidas también escuelas, fábricas y talleres especializados.
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