Al cierre de 2023 el mercado aéreo mexicano de pasajeros había duplicado su tamaño comparado contra el 2013. De acuerdo a cifras de la AFAC, en el transcurso de diez años la demanda aumentó en cerca de 60 millones de pasajeros, al promediar una tasa compuesta anual de crecimiento del 7% (9% excluyendo 2020 y 2021, los dos años más afectados por la pandemia). Su dinamismo y resiliencia sobresalientes le permitieron sobreponerse asertivamente a los flagelos propios de la pandemia; la prolongada degradación a Categoría 2; la desaparición de dos aerolíneas nacionales y la reestructura en bancarrota de otra más; el primer recorte de slots en el AICM; y una política gubernamental arbitrariamente intervencionista, agravada por la falta de consensos con un gremio fragmentado y débil en su representación y cabildeo.
El año pasado México se ubicó en el séptimo sitio entre los mercados domésticos más grandes del mundo; el par de países México-Estados Unidos se consolidó como el de mayor tamaño; por segundo año consecutivo México superó a Brasil como el mercado aéreo más grande de Latinoamérica; y el AICM se mantuvo a la cabeza de los aeropuertos de dicha región en cuanto al movimiento de pasajeros se refiere (fuente OAG). Sin embargo dos factores adversos fundamentales ensombrecieron las perspectivas del sector hacia finales del verano pasado lo que permitió presagiar en ese entonces y sin temor a equivocarse un deterioro inminente en la tan positiva como sólida tendencia de nuestra industria.
Toda vez que en agosto de 2023 la AFAC logró finalmente recuperar la ansiada Categoría 1, a la par el AICM lanzó un cubetazo de agua helada a la industria, al decretar un segundo recorte de slots que a la postre surtió efecto a partir de la segunda semana de enero del presente año. Si bien las aerolíneas afectadas, esencialmente las tres grandes del país, pudieron sortear hábilmente las complicaciones del primer recorte de slots implementado en noviembre de 2022, mediante un acertado reacomodo de sus itinerarios y la asignación de aeronaves de mayor capacidad por despegue, estas palancas no les alcanzaron para poder absorber el duro golpe del segundo recorte. Cabe subrayar que en 2023 el AICM representó una cuarta parte del total de los pasajeros transportados en México (fuente AFAC).
El segundo factor adverso clave tiene que ver con la directiva para poner en tierra a centenares de aeronaves Airbus 320/321neo equipadas con motores Pratt & Whitney GTF, afectando a cerca de la mitad de la flota de dichas aeronaves en el mundo. De éstas las dos aerolíneas mexicanas operadoras de aeronaves Airbus cuentan con alrededor de 70 unidades involucradas. Ambas enfrentan largos meses de espera para poder inspeccionarlos, en su caso repararlos y reactivarlos.
La desaceleración que se avizoraba a causa de los efectos mencionados efectivamente llegó. Diversos indicadores de desempeño del mes de enero 2024 así lo comprueban: La demanda total aumentó tan solo un 2% año contra año. El mercado nacional experimentó una reducción del 3% en los pasajeros transportados; las diez rutas de mayor densidad en su conjunto retrocedieron 14%, algunas con caídas de entre el 20% y el 30%. El mercado internacional a su vez creció 8%, impulsado primordialmente por el empuje de las aerolíneas de Estados Unidos en los principales centros vacacionales de playa, así como por el incremento de oferta de aerolíneas mexicanas mediante la colocación de capacidad en parte incremental y en parte desinvertida del mercado nacional. En el AICM los pasajeros nacionales decrecieron un 11%, mientras los internacionales aumentaron 7%, resultando en una reducción neta del tráfico de 5% contra 2023 (fuente AICM).
Para el primer trimestre de 2024 es razonable prever que la oferta de asientos en rutas nacionales disminuirá entre un 4% y 6% año contra año y que los factores de ocupación se mantendrán en niveles promedio de cuando menos 85%. Es por ende razonable anticipar, a la par, un efecto de saturación y de derrama de la demanda, lo que implicará un encarecimiento lógico de las tarifas que actuará como disuasivo para los viajeros más sensibles al precio y por lo tanto como freno de la demanda.
El último informe a la bolsa de la aerolínea más grande del país confirma efectivamente que a cambio de recortar su oferta, en el cuarto trimestre de 2023 obtuvo una mejora sustancial en su ingreso por asiento milla y en su margen operativo, proyectando resultados en este mismo sentido a lo largo del 2024. Por lo que si bien no todo son malas noticias, restan todavía por verse y entenderse los múltiples efectos de corto y largo plazo asociados a la tendencia cuesta abajo que ya padece nuestra industria.
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