En el vasto y poderoso mundo de la naturaleza, los huracanes se alzan como una de las fuerzas más impresionantes e imponentes. Estos fenómenos atmosféricos, caracterizados por vientos violentos y lluvias torrenciales, tienen el poder de alterar la vida en su camino y dejar una huella imborrable en la historia. Dependiendo de la región, también se le conoce como ciclón tropical o tifón. Los huracanes ocurren principalmente en áreas tropicales y subtropicales sobre los océanos cálidos.
¿Cómo se forma un huracán?
La formación de un huracán ocurre cuando el agua del mar alcanza temperaturas por encima de los 26°C, posteriormente se evapora, creando una masa de aire húmedo y ascendente. Este aire caliente se enfría y condensa a medida que asciende, creando nubes y liberando una gran cantidad de calor latente. Este proceso alimenta el "ojo", un sistema de baja presión en el centro del huracán donde los vientos pueden superar velocidades de más de 119 kilómetros por hora, llegando incluso a superar los 250 kilómetros por hora en los huracanes más intensos según la escala de Saffir-Simpson.
Categorías Daños Velocidad del Viento
Categoría 1 Mínimos 119-153 km/h
Categoría 2 Moderados 154-177 km/h
Categoría 3 Extensos 178-209 km/h
Categoría 4 Graves 210-249 km/h
Categoría 5 Catastróficos Más de 249 km/h
Escala de Saffir-Simpson
Temporada 2023
La temporada de huracanes, que abarca desde el 1 de junio hasta finales de noviembre, es un periodo en el que la atención se centra en el océano y en las condiciones atmosféricas. Durante estos meses, las costas y regiones propensas a los huracanes se mantienen alerta ante la posibilidad de la formación de estas poderosas tormentas.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) es la encargada de establecer las listas de nombres de tormentas y huracanes, los cuales deben ser breves y fáciles de recordar. Estas listas ya se encuentran predefinidas y no incluyen nombres que empiecen con Ñ, Q, U, X, Y o Z, además solo se pueden modificar cuando hay tormentas extremadamente mortales o costosas.
Los nombres ya definidos para las tormentas tropicales de este año en el Atlántico son:
•Arlene
•Bret
•Cindy
•Don
•Emily
•Franklin
•Gert
•Harold
•Idalia
•Jose
•Katia
•Lee
•Margot
•Nigel
•Ophelia
•Philippe
•Rina
•Sean
•Tammy
•Vince
•Whitney
La previsión del equipo del Proyecto de Meteorología Tropical, de la Universidad Estatal de Colorado, es que la temporada de huracanes en el Atlántico para el año 2023, será "ligeramente inferior a lo habitual", por lo cual se espera que este año se formen un total de 13 tormentas con nombre, seis huracanes y dos huracanes mayores (categoría 5).
Huracanes y el fenómeno del Niño
Los científicos de la National Atmospheric Administration Association (NOAA) predijeron una temporada con El Niño después de tres temporadas de huracanes con La Niña, lo que podría reducir la actividad de huracanes en el Atlántico.
Las condiciones locales favorables en la cuenca del Atlántico tropical podrían reducir la influencia potencial de El Niño en el desarrollo de tormentas, esas condiciones incluyen la posibilidad de un monzón en África occidental por encima de lo normal, lo que produce ondas africanas en el Este y genera algunas de las tormentas atlánticas más fuertes y duraderas, y temperaturas de la superficie del mar más cálidas de lo normal en el Océano Atlántico tropical y el Mar Caribe, que generan más energía para impulsar el desarrollo de tormentas.
¿Cómo prepararse para la llegada de un huracán?
Prepararse adecuadamente antes de la llegada de un huracán es fundamental para garantizar la seguridad personal y minimizar los daños. A continuación, se presentan algunos pasos importantes para prepararse ante un huracán:
1. Estar informado. Mantente atento a los informes meteorológicos y las advertencias oficiales emitidas por las autoridades. Sigue las indicaciones de los expertos y conoce las rutas de evacuación establecidas en tu área.
2. Armar un kit de suministros de emergencia. Prepara un kit que contenga elementos esenciales, como agua potable, alimentos no perecederos, medicamentos, linternas, pilas, botiquín de primeros auxilios, radios portátiles, documentos importantes y dinero en efectivo. Asegúrate de tener suministros suficientes para al menos tres días.
3. Asegurar la vivienda. Refuerza las ventanas y puertas con contraventanas o tablones de madera. Retira objetos sueltos del exterior que puedan convertirse en proyectiles durante el huracán. Si vives en una zona propensa a inundaciones, considera tener sacos de arena o barreras de inundación para proteger tu propiedad.
4. Planificar la evacuación. Familiarízate con las rutas de evacuación designadas y establece un plan de evacuación con tu familia. Determine un lugar de encuentro fuera del área afectada en caso de separación. Prepárate para evacuar temprano si se emiten órdenes de evacuación.
5. Proteger documentos importantes. Guarda en bolsas de plástico impermeables o en una caja de seguridad documentos importantes como pasaportes, identificaciones, certificados de nacimiento, documentos de propiedad y pólizas de seguro.
6. Mantener los suministros básicos. Asegúrate de contar con suficiente combustible para vehículos, así como baterías adicionales para teléfonos celulares y dispositivos electrónicos. Carga completamente los dispositivos antes de que el huracán llegue, ya que podrías quedarte sin energía eléctrica.
7. Mantenerse informado durante el huracán. Una vez que el huracán llegue, mantente actualizado con las últimas noticias y advertencias a través de la radio de batería o un dispositivo móvil con carga. Evita salir y mantén las puertas y ventanas cerradas. En la página oficial del Centro Nacional de Huracanes https://www.nhc.noaa.gov/ encontrará información en tiempo de real del estado de las tormentas, huracanes y sus alertas tempranas.
8. Cuidar de las mascotas. Prepara un kit de suministros para tus mascotas, que incluya comida, agua, medicamentos y una jaula de transporte. Asegúrate de tener un plan para su evacuación y refugio.
Huracanes históricos:
A lo largo de la historia, la humanidad ha presenciado huracanes devastadores que han dejado una profunda huella en la memoria colectiva. Algunos de los huracanes más catastróficos son:
1. Huracán Katrina (2005). El huracán Katrina es considerado uno de los huracanes más destructivos en la historia de Estados Unidos. Golpeó la costa del Golfo de México, especialmente Nueva Orleans, causando inundaciones masivas y una gran devastación. Los sistemas de diques se rompieron, lo que provocó inundaciones generalizadas y dejó a muchas personas sin hogar. Se estima que causó más de 1,200 muertes y daños materiales por miles de millones de dólares. Este evento puso de manifiesto la importancia de una infraestructura de protección adecuada y una respuesta rápida y coordinada en situaciones de desastre.
2. Huracán María (2017). El huracán María azotó Puerto Rico y otras islas del Caribe como una tormenta de categoría 5. Fue uno de los huracanes más intensos en afectar la región en décadas. María dejó a Puerto Rico en un estado de devastación, con cortes de energía generalizados, destrucción de infraestructuras, escasez de agua potable y falta de suministros básicos. El huracán causó una gran cantidad de muertes y tuvo un impacto duradero en la isla. Este evento destacó la importancia de una respuesta de ayuda y recuperación efectiva y resaltó la vulnerabilidad de las islas caribeñas ante los fenómenos climáticos extremos.
3. Huracán Andrew (1992). El huracán Andrew es recordado como uno de los huracanes más poderosos que golpeó el sur de Florida. Fue un huracán de categoría 5 que causó una destrucción masiva en las áreas afectadas. Miles de viviendas fueron destruidas, infraestructuras colapsaron y muchas personas quedaron sin hogar. Este evento llevó a mejoras significativas en los códigos de construcción y en los protocolos de evacuación en Florida, ya que se reconoció la necesidad de una preparación más rigurosa y una respuesta más rápida y eficiente ante los huracanes.
Estos eventos históricos de huracanes resaltan la importancia de una preparación y respuesta efectivas ante estos fenómenos naturales. Los huracanes han enseñado muchas lecciones importantes, como la importancia de tener infraestructuras resistentes, sistemas de alerta temprana, planes de evacuación bien definidos y una coordinación efectiva entre agencias gubernamentales y organizaciones de ayuda. Estos sucesos han inspirado mejoras en la preparación y respuesta ante huracanes y una mayor conciencia sobre cómo pueden afectar a las comunidades.
La conciencia pública, la planificación adecuada y la respuesta efectiva son esenciales para reducir las consecuencias devastadoras de los huracanes. Podemos enfrentar estos obstáculos y reconstruir nuestras vidas después de la tormenta a través de la educación y la preparación.
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