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24/11/2024

Vulnerabilidades aeronáuticas post-covid (parte II)

José Medina Go… / Domingo, 21 Febrero 2021 - 22:00

La semana pasada comenzamos en este mismo espacio la discusión en torno a las vulnerabilidades que se ocasionaron a nivel nacional e internacional derivadas de la crisis del 2020 por el COVID-19. Evidentemente, la crisis sanitaria a nivel global es algo sin precedentes, y es un suceso que sin duda va a cambiar profundamente la dinámica de la civilización humana, y va a alterar el desarrollo de al menos esta generación que vivimos. Sin embargo, como comentamos hace apenas una semana, algunas “áreas grises” no son tan evidentes, y que sin duda son entornos de atención urgente por el riesgo que implican intrínsecamente en nuestro entorno.

Partiendo de una visión general sobre la situación que guarda la pandemia global de COVID-19, y específicamente en México, podemos poner en perspectiva realmente el tamaño del problema que enfrentamos como civilización global y como sociedad mexicana. Cabe señalar, abundando en la obviedad, que ambas no son proporcionales. Mientras que en el resto del mundo llevan meses reactivando labores económicas de manera escalonada y con precaución, buscando alternativas para superar la crisis, y en franco proceso de recuperación, en México seguimos sumidos en una crisis sin fondo.

Pese a un discurso oficial totalmente alejado de la realidad, a declaraciones deliberadamente desviadas de la asertividad, y maliciosamente tendenciosas a desvirtuar lo observable y evidente, México ocupa ya el primer lugar en letalidad del COVID-19, es prácticamente el país que peor a manejado la pandemia, es uno de los más rezagados en vacunación, y es tal vez el último que queda en ignorar a los científicos especializados. Esto se menciona abiertamente en los espacios internacionales, y que al interior de nuestras fronteras busquemos ignorar estas declaraciones ni las aminora ni les quita validez. Por el contrario, las confirma y refuerza.

Mucho hemos hablado que el núcleo esencial de la cooperación internacional y entre los sectores públicos y privados, así como del respaldo legítimo de una sociedad depende de un solo factor: la confianza. También hemos comentado que el factor determinante de este concepto es la percepción. En el caso de México, tras casi veinticinco meses de una administración federal que no puede ofrecer evidencia de éxito en ningún plan, programa, proyecto o iniciativa prospectiva, lo que menos existe ya en el entorno es confianza, y la percepción que existe es terriblemente mala.

Evidentemente, eso no lo quisiéramos ni deseamos; pero es la realidad, y tan sólo basta adentrarnos un poco en la prensa internacional para darnos cuenta de ello. Y acusar que estas posturas provienen de una perspectiva ideológica diferente, o acusarlos de “oscuras intenciones” en una conspiración corruptora, es tan sólo una demagógica ilusión que no resiste la primera exigencia de prueba. En muchos sectores productivos esto es innegable; en la aviación es totalmente manifiesto

Después del multicitado y vergonzoso espectáculo político/mediático del 10 de febrero en Santa Lucía, donde en vez de conmemorar merecidamente a nuestra Fuerza Aérea Mexicana en su efeméride se usó la coyuntura totalmente desvirtuada para “inaugurar” una instalación que existe desde 1952, tratar de “presumir” el proyecto del Aeropuerto Felipe Ángeles pero que en realidad fue una ampliación de la Base Aérea Militar, y tratar de “demostrar” la interoperatividad simultánea de Santa Lucía, Benito Juárez y Toluca tras cerrar todo el espacio aéreo por seguridad, la percepción sobre el gobierno federal y sobre el desarrollo aeronáutico nacional no pudo caer más bajo. 

No sólo se realizó un “espectáculo mediático” bufo, sino que fue tan burdo que en menos de veinticuatro horas la comunidad internacional era plenamente consciente de lo absurdo que resultó este episodio. Acusar después a la corporación especializada en aeronáutica MITRE de corrupción tras la repetida negación de la misma de “validar” el Felipe Ángeles como viable, y tras la absurda declaración que este proyecto es el “más importante a nivel mundial”, no ayudan en lo más mínimo más que a la burla y al desprecio internacional.

Confianza -clave del desarrollo y la inversión- es lo que menos tenemos. La percepción de México como actor internacional en materia aeronáutica, que ya venía debilitándose a pasos agigantados, con declaraciones absurdas y opíparas demostraciones públicas, cayó en picada. Evidentemente, todos en el sector aeronáutico nacional son conscientes de la crítica a estos proyectos, y tan sólo unos cuantos pueden apoyar estos “proyectos” sin sentido. Pero a nivel internacional el problema es mucho mayor, ya que tal pareciera que la agresividad presidencial contra todos aquellos que opinan en su contra esta causando estragos en la potencial respuesta de numerosos organismos, autoridades y actores transnacionales en el presente y futuro de México.

¿Qué tiene que ver esto con los efectos del COVID-19 en el escenario prospectivo de México? Que una de las grandes “áreas grises” que se están dejando de lado es la inversión, la cooperación internacional y la urgente necesidad de inversionistas, Estados y particulares en confiar nuevamente en la aviación internacional y local. Las disposiciones internacionales en la materia se están robusteciendo muy rápidamente, y las empresas y gobiernos que se suman eficientemente a ellas con pleno convencimiento de un desarrollo prospectivo con seguridad están aventajando considerablemente en el camino a la recuperación en relación a Estados que simplemente no están siendo tan eficientes y propositivos en estos rubros. Sólo queda un pequeño reducto de países que simplemente parece que esto no les importa, por que siguen viendo al interior de sus fronteras y son incapaces de ver al mañana. Ahí esta México en este momento.

Como sector aeronáutico nacional debemos ser conscientes de la gran responsabilidad que tenemos, desde diferentes áreas de especialidad y en diferentes proporciones. Debemos generar un entorno permisivo y conducente a la confianza, la certidumbre, la seguridad y al desarrollo prospectivo. Decir que “tres aeropuertos locales pueden operar de manera simultánea” y para demostrarlo se realiza un espectáculo bufo en el cual se suspendió todo el tráfico aéreo por “seguridad” da exactamente el sentido y la impresión opuesta a lo que pretendían. Y si para mostrar el futuro del aerotransporte en México se muestran edificaciones totalmente fuera de contexto y un proyecto que no tiene el apoyo de las autoridades especialistas internacionales, es más que evidente que más que confianza en el desarrollo nacional se consolida una férrea certidumbre que el provenir aeronáutico mexicano es todo menos viable.

La confianza, empero, es esencial en el entorno nacional e internacional. De ésta se derivan varios procesos esenciales que en la era COVID-19 son esenciales para el futuro aeronáutico nacional. Estos son tan sólo los fundamentos críticos esenciales. Debemos seguir profundizando en las vulnerabilidades que como sector, como país y como civilización global debemos enfrentar. Aviso oportuno: no son pocas ni menores. Seamos responsables

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