La alianza entre la aerolínea Virgin Atlantic y LanzaTech detonó el desarrollo de un proyecto innovador de combustible bajo en carbono, el cual se crea a partir de gases residuales.
LanzaTech, por primera vez en su historia, logró producir mil 500 galones de combustible para aviones a partir de Lanzanol, etanol de baja huella. Éste es obtenido de los gases industriales residuales de las fábricas de acero, y los análisis sugieren que el nuevo combustible se traducirá en un ahorro de emisiones de carbono de alrededor de 65 por ciento, esto comparándolo con el combustible convencional.
El Lanzanol fue producido inicialmente en China, y el proceso fue desarrollado en colaboración con el Laboratorio Nacional del Pacífico Noroeste (PNNL) con el apoyo del Departamento de Energía (DOE) de Estados Unidos.
En un comunicado, tanto LanzaTech y Virgin Atlantic informaron que ahora trabajarán con Boeing y una serie de colegas de la industria para completar los aviones de prueba que usarán el Lanzanol.
Si se dieran las aprobaciones iniciales de los fabricantes de aviones y motores, el combustible de LanzaTech podría ser utilizado en una primera fase en diversos vuelos regionales en 2017.
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