Una regulación de la política climática basada en impuestos es ecológica y económicamente contraproducente porque reduce la capacidad de la industria de la aviación para invertir e innovar, además tendrá un impacto desproporcionado en la asequibilidad del transporte aéreo, así lo expresó la asociación de aerolíneas Airlines for Europe (A4E).
Señaló que para garantizar la rentabilidad, las medidas económicas nacionales y de la Unión Europea deben basarse en el mercado, como el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE).
La descarbonización del transporte aéreo no debe ir en detrimento de su democratización. Las peticiones de impuestos adicionales a los pasajeros ignoran el verdadero reto de la transición energética que es “maximizar las oportunidades medioambientales, sociales y económicas de la acción climática minimizando los impactos negativos”, agregó.
“Diseñar un impuesto sobre la aviación sin garantizar su reinversión en la descarbonización del sector y sin mitigar su competitividad no es otra cosa que echar polvo a los ojos de los ciudadanos. Pues sólo una fracción de los miles de millones de euros recaudados de las aerolíneas se ha reinvertido en la ecologización de la aviación”, afirmó el organismo regional.
Añadió que los pasajeros merecen que sus contribuciones apoyen realmente la descarbonización de sus viajes, en lugar de financiar sectores más fáciles de descarbonizar.
“El argumento de que los gobiernos y la sociedad han perdido ingresos potenciales porque el transporte aéreo de pasajeros no está suficientemente regulado ni gravado y es engañoso. El sector de la aviación es un potente catalizador del crecimiento económico, que fomenta la inversión, el turismo, el comercio y las oportunidades de empleo”, puntualizó A4E.
Indicó que el transporte aéreo desempeña un papel vital en la conexión de personas, bienes e ideas, y se calcula que en la región contribuye directamente al producto interno bruto (PIB) con 144,000 millones de euros.
En Europa, el sector mantiene más de 2.7 millones de puestos de trabajo y contribuye indirectamente a otros 5.2 millones. Un impuesto de este tipo afectaría directamente al sector turístico europeo, repercutiendo en la creación de empleo, las llegadas y, en última instancia, en los ingresos del Estado.
Las aerolíneas europeas generan importantes beneficios sociales y económicos, conectando personas, bienes e ideas dentro de Europa y con el mundo.
A diferencia de otros modos de transporte, ya están sujetas a tasas e impuestos nacionales -por ejemplo, en materia de seguridad e infraestructuras- que ningún otro modo de transporte debe pagar.
“Para lograr una auténtica descarbonización, hay que centrarse en los avances tecnológicos, la producción sostenible de combustible de aviación, las medidas económicas inteligentes, la mejora de la gestión del tráfico aéreo y una financiación e incentivos adecuados”, concluyó A4E.
Facebook comments