La Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos emitió una directiva de aeronavegabilidad al avión Boeing 727, luego de detectar una condición potencialmente insegura en el sistema de combustible, problema que podría provocar una explosión.
En la directiva, la autoridad describió que las fuentes de ignición, dentro de los tanques de combustible auxiliares montados en el cuerpo del B727, podrían provocar una explosión del tanque si son expuestos a vapores de combustible inflamable.
La fuente de ignición puede ocurrir debido a una combinación de una falla preexistente que permanecería sin ser detectada para múltiples vuelos y una falla adicional.
De tal modo, los modelos a los que se le aplica la directiva de aeronavegabilidad son: 727, 727-100, 727C, 727-100C, 727-200 y 727-200F. Ahora los operadores tienen un año para tomar medidas que eviten el desarrollo de una fuente de ignición; una medida sería desactivando los tanques de alta inflamabilidad o modificando el sistema indicador de cantidad de combustible del jet.
No obstante, esta última opción tiene un costo aproximado de 753 mil dólares, mientras que la desactivación tiene un precio de 850 dólares por avión.
El anuncio fue hecho tras un período de deliberación, luego que la FAA emitiera un aviso de reglamentación en 2016. Durante este tiempo, Boeing ha solicitado varias veces que se retire el aviso, argumentando que los aviones no tenían una condición insegura y que la probabilidad de un incendio era muy bajo dado el tamaño de la flota y su vida restante.
Pese a esto, la Administración no estuvo de acuerdo con las peticiones y adoptó la regla como se propuso originalmente, con la excepción de los cambios editoriales “menores”.
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