El costo de la versión modificada del Boeing 787 Dream Liner del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, es de 6 mil 983 millones de pesos aproximadamente, a lo que se suman mil millones de pesos de las modernizaciones del hangar presidencial.
Esta cifra incluye el costo del avión de 637.1 millones de pesos, su equipamiento de 560.7 millones de pesos, un gasto total de operación y mantenimiento de mil 300 millones 59 mil 447 pesos y pagos anuales de arrendamiento que van desde 4.6 millones de pesos, hasta 451.4 millones de pesos; es decir un aproximado de 45 millones de pesos al año.
Posee motores nuevos General Electric y Rolls-Royce. Una de sus principales cualidades es la eficiencia de consumo de combustible, característica más reconocida del Boeing 787, que le permite utilizar un 20% menos de combustible que cualquier otro avión de su tamaño en misiones similares.
Por tanto, pueda hacer viajes trasatlánticos sin necesidad de hacer escalas y tiene una autonomía de vuelo de aproximadamente 8 mil 500 millas náuticas (15 mil 750 km).
Es más caro que el avión de los Presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, el Airforce One, y del Presidente de Rusia, Vladimir Putin.
La compra la realizó la Secretaría de la Defensa Nacional en 2012, en el sexenio del ex Presidente Felipe Calderón, para renovar la flota en la que se transporta al Presidente. De acuerdo con la Sedena, el avión se adquirió mediante adjudicación directa a la empresa The Boeing Company con un arrendamiento financiero a través de Banobras.
Todo el equipamiento interior se instaló en Estados Unidos, en la planta de Boeing.
En octubre de 2014 el nuevo avión aterrizó en México en la base aérea de Santa Lucía, como parte de las pruebas a las que debió ser sometido.
Por sus dimensiones, fue necesario construir nuevo hangar presidencial de casi mil millones de pesos. Tiene una envergadura 60 metros; una longitud 63 metros; altura de 17 metros; cabina de doble pasillo; peso máximo al despegue de 250, 837 kilogramos.
La nave aterrizó en la ciudad de México a la 01:55 de la mañana en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) luego de ser sometida a 170 horas de vuelos de prueba. De inmediato fue trasladado al hangar presidencial.
Esta aeronave sustituirá al viejo Boeing 757 “presidente Benito Juárez”, el cual fue adquirido en 1988 y dio servicio a los presidentes mexicanos desde la administración de Miguel de la Madrid Hurtado.
El nuevo avión Dream Liner B-787 tiene una capacidad normal para 230 pasajeros, pero sufrió modificaciones para dejar sólo 80 asientos, despacho, área de descanso y hangar nuevo.
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