¿Te imaginas un país con sólo 75 años de vida independiente, con una cultura de castas que promueve la desigualdad, con más de 80 millones de personas en pobreza extrema dispersas geográficamente y que hablan una multitud de dialectos que dificultan la comunicación? Tal vez no hay peor escenario para condenar un país al rezago tecnológico. Sin embargo, esto no ocurre en la India, nación que es actualmente la sexta economía mundial, solo debajo de Estados Unidos, China, Japón, Alemania y Reino Unido. Cuenta con una infraestructura científica y tecnológica envidiable y es una potencia espacial al grado construir sus propios lanzadores, cuenta con la constelación de satélites de observación de la Tierra más grande del mundo, posee dos sistemas de navegación por satélite, ha enviado dos misiones a la Luna y una a Marte, y próximamente operará misiones tripuladas en órbita baja y su propia estación espacial. Ante esto vale la pena preguntarnos: ¿Qué ha hecho India para lograr todo esto?
India se independizó del Reino Unido el 15 de agosto de 1947. A partir de ahí sus fundadores se dieron cuenta de la importancia de impulsar la ciencia y la tecnología para crear un país moderno y competitivo. Para ello, construyeron las instituciones necesarias para impulsar el desarrollo científico y tecnológico del país, y entre ellas está la Indian Space Research Organization, ISRO.
Creada en 1969, ISRO cuenta con el apoyo del gobierno al más alto nivel, al grado que tanto el Presidente de India, como el Primer Ministro, siguen muy de cerca los logros de esta organización y celebran cada éxito y lo dan a conocer para alentar el orgullo nacional. ISRO cuenta con un presupuesto de 1,800 millones de dólares, y aunque modesto comparado con las agencias espaciales dominantes como las de Estados Unidos, Europa, Rusia y China, es muy superior al de otras. A la fecha, ISRO cuenta con un poco más de 17,000 empleados distribuidos en 8 centros de desarrollo espacial, cada uno de ellos enfocado a algún tema especializado como propulsión, desarrollo de satélites, recepción de señales, entre otros. A través de esta infraestructura, India ha conseguido que sus desarrollos sean más baratos que los de Estados Unidos. Por ejemplo, la sonda Mangalyaan, que orbita Marte, costó unos 74 millones de dólares, mientras que proyectos similares de Estados Unidos han costado 10 veces más. India ha resuelto los desarrollos espaciales favoreciendo la aplicación de la creatividad e inventiva de sus ingenieros sobre el presupuesto.
Otro factor importante en el desarrollo espacial de India es su sistema educativo. Derivado del sistema inglés, la educación en India promueve el aprendizaje de la ciencia y las matemáticas de manera rigurosa, con lo cual se forman profesionales altamente capacitados para el desarrollo científico y tecnológico, con la ventaja de que además hablan inglés. También ha influido la diáspora de científicos y tecnólogos indios que han emigrado a Estados Unidos y Europa, para luego apoyar los desarrollos dentro del país.
Aunque el desarrollo espacial de India ha sido impulsado casi exclusivamente por instituciones gubernamentales como ISRO, a partir de 2021 su gobierno está promoviendo las aplicaciones comerciales del espacio y ha formado una alianza con la industria para impulsar la creación de nuevas empresas innovadoras espaciales. Todo esto redundará en un mayor auge del sector espacial y un mayor desarrollo de aplicaciones en los próximos años.
India es un ejemplo a seguir en el sector espacial. En 75 años de vida independiente se ha logrado posicionar como una potencia espacial a partir de que sus fundadores tuvieron la visión de considerar al espacio como una área estratégica de desarrollo y los gobiernos posteriores la han seguido apoyando con recursos y han hecho que el espacio sea un orgullo nacional. Tal vez este ejemplo lo puedan seguir otras naciones. Todo es cuestión de decisión. El tiempo se agota y las naciones indecisas permanecerán excluidas de la Era Espacial.
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