Durante mis años de experiencia en la industria de la aviación, he sido testigo de una amplia gama de amenazas a la seguridad aérea. Una de las que ha cobrado notoriedad en los últimos años es el uso imprudente de punteros láser dirigidos hacia las aeronaves, el cual, lamentablemente, han ido incrementando sus cifras año con año. Tan solo la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en ingles), en el año de 2023, señaló que pilotos reportaron 13,304 ataques con láser.
Los punteros láser pueden parecer un juguete, pero dirigidos al cielo son una verdadera amenaza. Este comportamiento irresponsable presenta riesgos significativos para los pilotos, pues puede incapacitarlos, poniendo en riesgo a la tripulación y los pasajeros, y ha llevado a la implementación de sanciones severas en varios países.
La FAA lleva una estadística importante sobre estos reportes de ataques por láser y tan solo en enero de 2024 ya llevan 1,072 reportes, de los cuales
- 760 incidentes ocurrieron a más de 10,000 pies de altura
- 192 incidentes ocurrieron a más de 25,000 pies de altura
- 74 incidentes ocurrieron a más de 41,000 pies de altura
- 46 incidentes no se conocen a que altura ocurrieron
Pero, ¿Cuál es el riesgo de los Punteros Láser a la Aviación?
El problema de los punteros láser radica en su capacidad de deslumbrar y distraer a los pilotos durante fases críticas del vuelo, como el despegue y el aterrizaje, cuando la concentración es fundamental. Un haz de láser puede causar efectos temporales en la visión, como deslumbramiento y ceguera instantánea por destellos e imágenes residuales, o incluso daños oculares permanentes. Además, el reflejo del láser en el interior de la cabina puede generar confusión y desorientación espacial, aumentando el riesgo de un incidente.
Si bien la exposición ocular momentánea a la luz emitida por estos dispositivos puede resultar sorprendente para el observador y puede provocar una discapacidad visual temporal; dichas exposiciones son demasiado breves para causar una lesión ocular permanente. Sin embargo, a medida que ha aumentado la disponibilidad de punteros láser, también han aumentado los informes sobre su mal uso por parte de algunos niños y adultos. La Academia Estadounidense de oftalmólogos han emitido advertencias sobre la posibilidad de lesiones oculares causadas por punteros láser portátiles y recomendó mantener estos dispositivos fuera del alcance de los niños.
“El ‘deslumbramiento’ es la sensación inducida por una luz relativamente brillante, que produce malestar o interfiere con la visión óptima. Un ejemplo típico de un estímulo que produce deslumbramiento serían los faros de un automóvil que se aproxima por la noche. Los efectos visuales del deslumbramiento suelen cesar una vez que se elimina el estímulo. Sin embargo, pueden persistir efectos residuales, como desorientaciones espaciales o pérdida de conciencia de la situación.
La ceguera por flash se define como la pérdida de visión durante y después de la exposición a un destello de luz de intensidad extremadamente alta. Un ejemplo es la pérdida temporal o la reducción severa de la visión que se experimenta después de la exposición al flash de una cámara. Este tipo de discapacidad visual puede durar desde varios segundos hasta unos pocos minutos. La imagen residual es una sensación o imagen persistente percibida después de que se han eliminado los estímulos físicos correlacionados. Visualmente, una imagen residual puede ser la percepción continua de la forma esencial, el movimiento, el brillo o las cualidades del color del estímulo eliminado. Aunque sea temporal, la discapacidad visual y sus efectos residuales asociados pueden ser peligrosos si la persona expuesta participa en una actividad crítica para la visión, como volar un avión.”[i]
También la FAA desde hace años ha solicitado a los fabricantes de pongan una advertencia en las cajas de estos productos ya que son una amenaza de seguridad apuntarlos a aviones.
Respuesta Internacional y Legislación sobre este acto considerado como delito.
Ante esta creciente amenaza, autoridades de aviación civil y legisladores en diversos países han reaccionado con firmeza. En Estados Unidos, apuntar a una aeronave con un láser es un delito federal que puede resultar en multas sustanciales y prisión. La FAA ha implementado un sistema de seguimiento y notificación de incidentes con láser, y trabaja en colaboración con las fuerzas del orden para perseguir a los infractores.
Las personas que apuntan con láser a aviones se enfrentan a multas de la FAA de hasta 250,000 dólares por infracción y hasta cinco años de prisión.
En el Reino Unido, la legislación bajo el Air Navigation Order prohíbe la proyección de cualquier haz de luz hacia aeronaves de manera que pueda distraer o deslumbrar a los pilotos. Las sanciones incluyen multas y, en casos graves, penas de cárcel.
Los láseres deberían clasificarse como "armas ofensivas" y prohibirse en el Reino Unido, afirmó la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas Británicas.
En Canadá, bajo la Canadian Aviation Regulations, interferir con la tripulación de una aeronave utilizando un láser es ilegal, con multas de hasta 5,000 mil dólares, y puede resultar en cargos criminales o prisión de hasta cinco años, y la agencia Transport Canada ha lanzado campañas de concientización sobre los peligros asociados con los punteros láser.
Además, la Ley de Seguridad de los Productos de Consumo de Canadá regula la importación, venta y publicidad de punteros láser. Es ilegal vender o importar punteros láser que excedan una potencia máxima de 5 milivatios. También es ilegal anunciar o vender punteros láser a menores de 18 años.
Es importante tener en cuenta que los punteros láser se pueden utilizar de forma segura si se utilizan de forma responsable y respetando las leyes y normativas. Es importante utilizar siempre los punteros láser de forma segura, no apuntarlos a personas o aviones.
En México, como ya lo vimos a través de un video que fue viral hace unos días, en la pasada feria internacional de pirotecnia en Tultepec, asistentes apuntaron a un avión, lo que se considera a nivel internacional una falta grave a la seguridad aérea, también se han registrado incidentes con punteros láser de alta potencia que apuntan a la cabina de vuelo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Situación que no se encuentra regulada ni sancionada por la Agencia Federal de Aviación Civil.
Pero, ¿por qué en México no se tiene regulado como un delito grave el uso de punteros láser contra los aviones, ni se tiene contemplado en la normatividad de aviación nacional?
Considero como “grave” la ausencia por parte de las Autoridades de Aviación Civil Mexicanas de una regulación, castigo, pena o sanción respecto al uso indebido de punteros láser dirigidos a aeronaves, pues representa una preocupación significativa para la seguridad aérea.
La omisión de sanciones en México respecto a los punteros láser estoy segura que puede afectar la imagen del país a nivel internacional (como lo hemos vivido cuando sufrimos la baja a categoría 2 por la FAA). La aviación civil opera bajo estándares globales, y el incumplimiento de México en esta área podría conducir a cuestionamientos sobre su compromiso con la seguridad aérea. Ya que la percepción de seguridad es fundamental para la industria de la aviación. La falta de medidas punitivas contra las interferencias láser puede mermar la confianza de los pasajeros en la capacidad del sistema de aviación para protegerlos.
La ausencia de un marco legal claro puede desincentivar a los pilotos y a las aerolíneas de reportar incidentes con láser, lo que a su vez dificulta la toma de acciones preventivas y correctivas. Sin denuncias, las autoridades carecen de la información necesaria para abordar el problema.
Medidas de Prevención y Educación
Más allá de las sanciones, es esencial fomentar campañas de concientización pública sobre los graves riesgos que implican estas acciones. La educación puede desempeñar un papel crucial en la prevención, al informar al público que lo que puede parecer una travesura inofensiva tiene el potencial de causar un desastre.
A nivel internacional las autoridades de aviación también están trabajando con fabricantes para desarrollar tecnología que atenúe el efecto de los láseres, como recubrimientos especiales en las ventanas de la cabina y gafas protectoras para pilotos.
Para concluir, me parece muy importante resaltar la ausencia de un marco legal claro en nuestro país sobre las sanciones en contra de este delito, puede desincentivar a los pilotos y a las aerolíneas de reportar incidentes con láser, lo que a su vez dificulta la toma de acciones preventivas y correctivas. Sin denuncias, las autoridades carecen de la información necesaria para abordar el problema, y más grave aún, ante la falta de sanciones y penas por parte de la autoridad correspondiente, están claramente “permitiendo” que sucedan estas acciones que como ya quedo expuesto, es una clara amenaza a la seguridad aérea en nuestro país, lo que me parece una falta bastante grave por parte de nuestra Autoridad Aeronáutica.
Por lo anterior, subrayo la importancia de tratar la amenaza de los punteros láser con la máxima seriedad. Las sanciones legales son una herramienta disuasoria efectiva, pero deben ir acompañadas de esfuerzos educativos y tecnológicos para proteger la integridad de nuestras operaciones aéreas. La seguridad aérea es una responsabilidad compartida, y todos los actores sociales debemos colaborar para asegurar que los cielos permanezcan seguros para la navegación aérea. Apuntar con un puntero láser a una aeronave no es solo un acto de vandalismo, es un asalto directo a la seguridad de la aviación y a la seguridad pública que debe ser sancionado con toda la severidad que la ley permite.
Hasta el Próximo Vuelo.
“Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y pueden o no reflejar el criterio de A21”
[i] Laser Pointers: Their Potential Affects on Vision and Aviation Safety, Nakagawa, Civil Aeromedical Institute, DOT/FAA/AM-01/7, 2001.
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