Cada año, el Senado de la República otorga la presea Belisario Domínguez. Esta es una condecoración que fue establecida en 1953 por el entonces presidente de la República Adolfo Ruiz Cortines, en memoria de un ilustre chiapaneco, el senador Belisario Domínguez, quien se opuso a la dictadura de Victoriano Huerta.
Se dice fácil, pero Domínguez hizo frente a un entorno de terror que impuso este dictador quien, para hacerse con el poder, mandó asesinar a Francisco I Madero y José María Pino Suárez, entre otros demócratas y se instaló en el poder con el fin —decía él— de restaurar el orden. El Senador Domínguez usó la tribuna del Senado para denunciar éste y otros atropellos y por ello pagó las consecuencias, ya que fue asesinado.
La medalla fue instituida a mediados del siglo pasado y se otorga “para premiar a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad”. De entonces a la fecha se ha premiado con ella a personajes de diversas disciplinas, entre quienes destacan los pintores Rufino Tamayo y el Dr. Atl; los poetas Andrés Henestrosa y Jaime Sabines; el periodista Miguel Ángel Granados Chapa; el escritor Carlos Fuentes y los historiadores Miguel León Portilla, Luis González y González, el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Alberto Bailléres González, entre otros.
Cada 7 de octubre, aniversario del martirio de Domínguez, el Senado de la República hace entrega de este galardón y este año tiene frente a sí la propuesta de un mexicano eminente.
La Sociedad de exalumnos de la Escuela de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) del Instituto Politécnico Nacional, propuso oficialmente al Ingeniero Roberto Kobeh González, quien ahora ocupa el cargo de director de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), para recibir la medalla Belisario Domínguez.
A esta postulación se unieron diversas asociaciones de ingenieros quienes entregarán una carta formal al Senado, mostrando las razones por las cuales el Ingeniero Kobeh merece recibir esta distinción.
Es difícil que los mexicanos reconozcamos a quienes han hecho una carrera importante en el extranjero. Pero Roberto Kobeh no sólo ha sido un distinguido profesional de la Aeronáutica en México, nos ha representado en la máxima organización de la aviación civil del mundo, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organismo en el cual primero fungió como representante de México y miembro del Consejo Directivo y durante siete años Presidente del Consejo de esta Organización, lo que equivale a la ONU de la Aviación, logrando con ello alcanzar la mayor distinción que un mexicano ha alcanzado en el mundo aeronáutico global.
Desde este lugar, Roberto Kobeh trabajó de una manera inusual porque todos los países del orbe se integren con un alto grado de desarrollo y ninguno se quede atrás. La forma como apoyó no sólo a América Latina por hacerla crecer en su profesionalización, sino a países absolutamente abandonados, como muchos del continente africano, mostraron que no sólo era capaz de liderar una actividad de vanguardia, sino hacer participar de ello a todos los países del orbe para que la aviación y su alta tecnología no sea privilegio de unos cuantos, sino un medio de desarrollo para todos.
Por ello, y por haber puesto muy en alto el nombre de México, Roberto Kobeh González, un ilustre chiapaneco como lo fue Belisario Domínguez, merece el más alto reconocimiento del Senado de la República. Es hora de que México reconozca a quienes han contribuido a hacerlo grande en actividades tan importantes como el transporte aéreo.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio.
raviles_2@prodigy.net.mx
twitter: @charoaviles
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