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22/11/2024

Turbulencias

Gonzalo Carrasco / Miércoles, 29 Mayo 2024 - 01:00

Convendría definir someramente lo que es este fenómeno atmosférico que últimamente ha acaparado la atención de la aeronáutica y mejor, dicho, a los seguidores de los asuntos de alarma de la industria del transporte aéreo. Turbulencia quiere decir, alboroto, perturbación o confusión, esta es la definición de diccionario, eso mismo quiere decir en aviación, alborota el ambiente, perturba las capas de aire en la atmósfera, y todo esto crea confusión porque hay capas de aire que tienen una temperatura y otras donde la temperatura es muy diferente y esto genera movimientos de masas de aire provocando inestabilidad.

Comúnmente las turbulencias están asociadas a nubosidades muy particulares, habiendo algunas que manejan fuertes vientos en su interior y que pueden fácilmente dañar a una aeronave, severamente si es que se ingresa a ellas, sobre todo inadvertidamente. Las hay incluso con hielo o nieve en su interior moviéndose de arriba para abajo a velocidades muy altas, imaginemos el daño que nos puede hacer metiéndose una aeronave en ellas. Las otras que son sumamente peligrosas son las turbulencias en aire claro (CAT) estas son sumamente dañinas ya que no se ven a simple vista y por lo mismo no puede advertirse a los tripulantes de los vuelos su presencia.

Algunas de las turbulencias se pueden prever, el caso de las asociadas a las nubosidades es lógico que con darles la vuelta (literal) evitas que la aeronave sea golpeada por la turbulencia de ellas. Es más, en los aviones contamos con un radar meteorológico que nos permite localizar las áreas de nubosidad en rangos de hasta 600 NM esto nos da una amplia idea de, por dónde pasar para esquivar el área, claro está que los pilotos deben tomar una capacitación para poder interpretar las imágenes y evadir esa zona. A través de reportes de vuelos que volaron tal o cual zona se obtienen en las oficinas de despacho y control de vuelos de las compañías de aviación y, puede preverse a manera de pronóstico una zona con turbulencia con el objetivo de redirigir el vuelo por zonas donde no se ha reportado turbulencia y redirigir los vuelos por donde no se hayan tenido reportes de esa naturaleza.

Ahora bien, por el lado de las aeronaves no tenemos posibilidad de un gran daño estructural, están diseñadas para soportar turbulencias muy fuertes, las fábricas realizan pruebas en las que con gatos hidráulicos especiales deflexionan cada semiala buscando el punto de ruptura, este llega casi siempre a los 3 o cuatro metros es decir que una deflexión completa sería de 6 a 8 metros. Esta deformación de las alas es casi imposible encontrarla en cualquier tipo de turbulencia, se podría decir que una deformación de tal magnitud nunca se ha encontrado. La pregunta sería ¿por qué razón entonces se generan tantos problemas, hasta con muertos y todo? Por otro lado, las turbulencias de leve, media, severa o extrema se encuentran casi en cualquier época del año y en cualquier lugar de la tierra.

Los pilotos recibimos adiestramiento para reconocer la turbulencia, saber interpretarla en los en los radares para evitarla, sin embargo, al entrar de manera inadvertida o deliberada en una zona de turbulencia es necesario aplicar una técnica especial que tiene que ver con una reducción de la velocidad hasta alcanzar una velocidad denominada “velocidad de penetración en turbulencia”. Es muy importante considerar que la velocidad no puede reducirse indiscriminadamente so pena de, o acercarse a la velocidad de desplome o de plano llegar a ella y entonces sí el problema será mucho peor porque un desplome a elevaciones considerables es muy difícil de recuperar.

Hablando del aeroplano de Singapur Airlines que sufrió una turbulencia extrema descendiendo de 37 mil pies a 31 mil pies en cuatro minutos donde un pasajero, por desgracia perdió la vida, y otros treinta sufrieron diversas heridas, que volaba de Londres a Singapur y que tuvo que aterrizar de emergencia en Bangkok se puede comentar lo siguiente. El pasajero que perdió la vida fue debido, no a la turbulencia de manera directa, sino a un infarto que le causó la impresión de la ocasión. El fallecido, aunque no deja de ser una desgracia pudo infartarse en el aterrizaje o con una aproximación fallida o al despegue, los pasajeros lesionados puedo asegurar que no llevaban puesto su cinturón de seguridad.

Por supuesto y esto es en cualquier accidente o incidente aéreo, hay que investigar y mucho y esto toma tiempo, así que habrá que esperar para poder deslindar responsabilidades. Estas esperas son particularmente engorrosas y parecería que son para tapar algo que se haya hecho mal, yo como gente de aviación les aseguro que no es así, el resolver en algún sentido tiene implicaciones muy costosas para los posibles “culpables” las variables son muchas y la gente que interviene es mucha. Lo que recomiendo es que hagan caso de las indicaciones que los sobrecargos les informan y que nunca se desabrochen el cinturón de seguridad cuando estén sentados.

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