Algo que hemos padecido en nuestro país ha sido la falta de preparación de cuadros de reemplazo en las diferentes actividades, esto genera problemas enormes en la continuidad de programas importantes. El gran tema es que no se preparan cuadros a nivel país, no se diga a nivel gobierno, donde la realidad de las cosas es que se reinventa el país cada que se tiene un cambio de gobierno. Quizá en el ámbito privado se cuiden estos aspectos, máxime que muchas de las grandes empresas en México y en el mundo son familiares y las generaciones se van encargando de suplir los puestos cuando la edad avanzada de los dirigentes, padres en algunos casos, abuelos en otros, lo van pidiendo. Los cambios generacionales son o debieran ser positivos, nada ni nadie debe ser eterno. En el ámbito de los pilotos tenemos el mejor ejemplo, esto se da, no por voluntad de alguien sino porque de manera natural los copilotos, que es donde se inicia la carrera profesional, ascienden a comandantes de las aeronaves con el paso del tiempo, esto se cumple en casi todas las líneas aéreas del mundo.
Nada ni nadie puede ni debe ser indispensable, bajo ningún aspecto, todas las actividades y más las aeronáuticas deben ser parte de un proceso o de un procedimiento, donde se tiene un inicio y un fin. De manera natural, las cosas y las personas se van haciendo viejos y la obsolescencia hace acto de presencia y, entonces, ya no se es efectivo en lo que se hace, es en ese momento en que debe pensarse en un cambio, en un reemplazo para que el proceso, que es lo que se debe continuar, no se vea interrumpido y los resultados sigan siendo los esperados. Lo que sucede normalmente es que nunca se piensa en que, al paso del tiempo, las cosas ya no funcionan igual, se vuelven obsoletas o de plano ya no sirven. En ese punto ya es momento de pensar en el reemplazo pero, ojo, este sustituto debió pasar por un periodo de preparación muy minucioso. Es menester tomar en cuenta esto, y quizá haya que gastar un poco más porque el preparar gente puede elevar los costos, pero nada como prever antes de que las cosas hagan crisis o la ausencia, voluntaria o forzada de las personas, nos afecte la operación de los procesos.
Hablando de esto último, debe considerarse física y económicamente el proceso de renovación de cuadros, y para eso es necesario empezar por una buena elección de posibles candidatos, será necesario considerar varios aspectos, habilidades, comportamientos, capacidades, desenvolvimiento en público, y muchos otros. En el caso de negocios o empresas familiares, no siempre el mayor de los herederos es el más adecuado para continuar impulsando su empresa a, no solo mejorar, sino a veces a subsistir, hay que considerar que las condiciones externas cambian más rápido de lo que se espera. Una vez hecha la selección, viene el tiempo de preparación, que debe hacerse bajo una minuciosa vigilancia y lo más objetiva posible, incluso esta preparación puede darse en el extranjero. Debe cuidarse que el seleccionado tenga conocimiento del funcionamiento de, si no todas las áreas de la empresa, sí de las más sensibles, las que podrían definir la subsistencia de la empresa.
Otro aspecto a considerar debe ser la velocidad y oportunidad con que los cuadros de reemplazo sean preparados, a veces el paso del tiempo nos gana, nos atropella y nos infringe daños severos que interrumpen ritmos que no debieran ser interrumpidos. Es por esto que la planeación no debe soslayarse, y el adecuado seguimiento de los procesos debería ser estrictamente cumplido, so pena de quedar fuera de una competencia voraz. En aviación, donde la vida de las empresas aéreas importantes, ya sean del Estado o particulares, pero de cierta extensión y con una visión hacia el futuro, este tema de los reemplazos cobra una singular relevancia. Aquí, el incremento, a veces desmedido de la demanda, nos puede dejar atrás y la competencia nos come el mandado. Recordemos que la pandemia, tan terrible que se vivió en el mundo, redujo de manera sustancial la demanda, al grado de provocar la desaparición de empresas, algunas no tan pequeñas.
La recuperación de las economías de las naciones por la casi terminación de la pandemia, y que ha derivado en mayores cantidades de viajantes, sugiere enormes retos a la industria aérea, la que debe replantearse el acelerar la formación de pilotos que, en consecuencia, la deja en mejores condiciones de competir en un mundo altamente rivalizante. Las reglas del juego para la formación de pilotos, es decir, las edades de inicio y de finalización no pueden ser tan rígidas, quizá la de inicio no tanto como la de finalización. Deberían observarse con mucho detenimiento los planes de producción de aeroplanos de los fabricantes aéreos, ellos analizan muchos factores, como crecimiento de las economías, desarrollo de las naciones y trazan sus planes. Bien, pues todo esto constituye una renovación de cuadros que, como se observa, no es nada fácil, y lo preciso de la planeación y la prontitud con la que se inicie redundarán en una mejor preparación de las empresas para enfrentar el futuro tormentoso y a veces incierto de la vida de las mismas.
“Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y pueden o no reflejar el criterio de A21”
Facebook comments