La crisis en el sector aéreo después de la pandemia, así como la obsesión por reducir costes y hacer frente a la carestía en factores como el combustible, personal o tasas aeroportuarias, ha hecho que el Parlamento Europeo se ha propuesto hacer cambios en el cobro por las maletas de mano en las aerolíneas, las llamadas compañías low cost o de bajo coste, y que éstas modifiquen su política comercial.
Las pretensiones es que el equipaje en cabina sea gratuito y cambien las medidas de las maletas, un punto en el que las compañías aéreas no están por la labor. Por este motivo el Parlamento Europeo ha dado luz verde a votar la petición para unificar las medidas de los equipajes de mano y no se cobren. El cobrar o no por la maleta de mano, así como las medidas lo establece cada aerolínea. Pero según la Ley de Navegación Aérea se establece que en el precio del billete se incluya este tipo de equipaje, aunque es cierto que no se especifica ni las dimensiones ni el peso. Y en este punto radica los límites que imponen a los clientes las compañías aéreas. Por otro lado, IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo), especifica que el equipaje de mano no debe pasar de los 55cm x 35cm x 20cm. En relación con el peso las aerolíneas de bajo coste suelen permitir un máximo de 8 kilos, si bien no hay recomendaciones para este punto. Aunque el Parlamento Europeo unifica las medidas de las maletas de mano para poder viajar en las low cost sin que haya un coste adicional, es el Consejo Europeo el que tiene que dar su visto bueno. La aprobación en las medidas del equipaje de mano y su gratuidad fijará la fecha de entrada en vigor de los viajeros que vayan por Europa. De esta forma las aerolíneas tendrán que trabajar en unificar sus criterios y evitar cobros injustificados.
El pasado mes de octubre se aprobó la petición de esta normativa, pero no se ha detallado el contenido total, por lo que hasta que el Consejo Europeo no de el OK no se fijará una fecha para su entrada en vigor.
El marco económico en el que estamos inmersos, los altos precios de los carburantes y la inflación que afecta a la Zona euro han generado un encarecimiento de los billetes de avión en toda Europa. Lo que supone una búsqueda, por parte de los pasajeros, de alternativas para que sus viajes sean más baratos, sobre todo en lo que se refiere a los costes extras en el equipaje. Aerolíneas como Ryanair, Vueling o Easy jet, entre otras, tendrán que plantearse la homogeneización de sus criterios a la hora de cobrar el equipaje de mano y de esa forma facilitar los vuelos en un escenario económico nada favorecedor.
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