La consultoría especializada en transporte aéreo Skytrax sigue reconociendo a los diez mejores aeropuertos del mundo a través de sus prestigiosos premios World Airport Awards, que toman en cuenta la opinión de más de 14 millones de pasajeros de 100 nacionalidades distintas.
Como desde hace seis años, el lugar número uno lo ocupó el aeropuerto de Changi de Singapur, que en 2017 movió 63 millones de pasajeros en poco más de mil vuelos diarios, operados por 100 aerolíneas que vuelan a 400 ciudades alrededor del mundo.
En segundo se ubicó el aeropuerto Incheon de Corea del Sur, que mueve más de 100 millones de pasajeros cada año por medio de 85 aerolíneas que vuelan a 55 países alrededor del mundo. Este aeropuerto consiguió además un premio adicional por tener el mejor personal del planeta.
El tercer lugar en la lista lo tiene el aeropuerto de Haneda de Tokio, localizado a 15 kilómetros de la capital y que concentra la mayor cantidad de vuelos al interior de Japón y algunos internacionales. En 2017, 80 millones de usuarios cruzaron por este aeropuerto y se esperan mayores números de cara a los Juegos Olímpicos del 2020. Adicionalmente, fue reconocido como el mejor aeropuerto nacional y el más limpio del mundo.
Un cuarto lugar es ocupado por el aeropuerto internacional de Hong Kong, por cierto, diseñado por Norman Foster, el mismo arquitecto detrás del (hasta hoy) frustrado aeropuerto de Texcoco en México.
El aeropuerto hongkonés fue construido sobre una isla artificial con tierras recuperadas al mar, superando grandes retos técnicos. 100 aerolíneas, 220 destinos en todo el mundo, 1100 vuelos y 80 millones de pasajeros cruzan por ahí cada día, por lo que no es raro que también haya obtenido el premio al mejor aeropuerto del mundo para viajeros en tránsito.
El quinto lugar de la lista pertenece al aeropuerto Hamad de Doha en Qatar, que mueve 30 millones de pasajeros al año y que ha sido descrito como el conjunto de mayor importancia desde el punto de vista arquitectónico, además de ser uno de los más lujosos del mundo.
El sexto puesto fue para el aeropuerto de Múnich en Alemania, considerado también como el mejor de Europa al servir a más de 100 aerolíneas que operan a 73 países del mundo.
El séptimo lugar lo obtuvo el aeropuerto Chubu Centrair que sirve a Nagoya, en Japón, considerado uno de los más modernos del mundo al ser construido sobre tierras húmedas en una isla de la Bahía de Ise, una maravilla desde el punto de vista técnico por los enormes retos de ingeniería y mecánica de suelos que fue necesario resolver.
El octavo sitio fue para el aeropuerto Heathrow de Londres, Inglaterra, que con casi 80 millones de pasajeros movilizados al año, por 85 aerolíneas que vuelan a más de 200 destinos, es el de mayor tráfico en el viejo continente.
El noveno lugar lo obtuvo para el aeropuerto Kloten de Zúrich en Suiza por el que transitan más de 70 mil pasajeros cada día.
Y para terminar la lista se encuentra Frankfurt, aeropuerto alemán que moviliza a más de 65 millones de pasajeros al año que viajan a 250 destinos a 105 países.
Todos estos aeropuertos cuentan con la tecnología más adelantada en diseño y construcción no sólo en sus edificios terminales sino en todas las áreas de maniobras de aeronaves, pistas, calles de rodaje, plataformas y radio facilidades.
Además, ofrecen un amplio catálogo de servicios al viajero que van desde jardines interiores hasta un hipódromo, pasando por parques infantiles, museos, salas de cine 4D y IMAX, gimnasios, tiendas exclusivas, balnearios y restaurantes y hoteles de todo tipo.
Estos aeropuertos dan trabajo directo e indirecto a millones de personas en varias industrias y aportan miles de millones de dólares a sus respectivos gobiernos y empresarios privados.
El aeropuerto de Texcoco en México tenía la enorme posibilidad de pertenecer a este selecto grupo, y se cree que bien podría haber ocupado el segundo lugar de esta exclusiva lista al terminar su etapa final.
Hablando de aeropuertos, el nombre del juego es hacer uno en grande que atraiga a millones de turistas con sus miles de millones de dólares en derrama económica, que beneficien a miles de trabajadores de un país grande. Por el contrario, pensar en chiquito y con mentalidad sesentera no garantiza a ningún gobierno el progreso y prosperidad que desea para todos sus habitantes.
La cancelación del Nuevo Aeropuerto de Texcoco puede ser uno de los mayores errores del sexenio, y no sólo por el hecho de dejar ir los grandes beneficios económicos y sociales que éste implicaba, sino también por las enormes pérdidas que se van acumulando con cargo no sólo al erario sino a los ciudadanos… al tiempo.
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