Si un tema no fuera tan importante, entonces sería redundante y aburrido abordarlo. Sin embargo, en muchas partes del mundo la preocupación por la llegada de la inminente problemática ligada a la falta de pilotos se está atendiendo al cercano y mediano plazo.
Incluso, la escasez de pilotos ya se empieza a notar en los Estados Unidos. La aerolínea Republic, la cual surte constantemente pilotos a American Airlines, Delta y United, se vio obligada a suspender operaciones provisionalmente por falta de aviadores el año pasado.
El caso más reciente se ha presentado hace apenas un par de semanas, cuando la empresa filial de Alaska Airlines, Horizon, canceló más de 300 vuelos por falta de pilotos.
Por el otro lado, la falta de pilotos calificados en otras aerolíneas internacionales las está obligando a aumentar la edad de jubilación, a volar más de cien horas cada mes y a contratar pilotos extranjeros. Todas estas medidas están complicando el panorama mundial de la aviación.
De acuerdo con las últimas estimaciones de Boeing estas serán las necesidades de pilotos comerciales a cercano y mediano plazo:
Vale la pena remarcar que estos datos toman en cuenta una edad de jubilación de pilotos de 65 años de edad, por lo que las aerolíneas que tienen un límite de retiro de 60 años obviamente verán las necesidades de cambiar esta política.
En varios países, ya se están tomando medidas para asegurarse de que habrá suficientes pilotos, pero en el caso de México no hay mucha preocupación ante esto ya que los pilotos comerciales inmersos en sus pleitos internos o están acomodados en su zona de confort, lo cual anubla su percepción de la verdadera dimensión de este asunto. Las entidades gubernamentales ya proponen oficialmente cambios a la constitución y a los reglamentos vigentes, lo cual también provocará grandes disputas.
Las diferentes instituciones de pilotos profesionales de nuestro país se encuentran pasmadas por diferentes razones y muchos pilotos de líneas actualmente no creen, no saben o no les importa este asunto, que ya está surgiendo. Lo mismo sucede con nuestras autoridades de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), especialmente en el departamento de licencias donde obtener una licencia nueva, recuperarla o tratar de convalidarla se ha convertido en un verdadero Vía Crucis de requisitos y trámites de todo tipo. Este proceso se puede alargar hasta un año lo que (y ya lo había yo comentado anteriormente) no se ve ni en los países más rezagados del planeta.
Personalmente tuve la oportunidad de trabajar para aerolíneas de países cuya industria aérea es mayor que la nuestra, pero que son famosas por su estatus burocrático. Tanto en la India como en Turquía se me autorizó una licencia para trabajar en menos de 15 días y se me dio un permiso de vuelo provisional que se me concedió después de terminar mi capacitación.
Resulta verdaderamente inaudito que tanto los profesionales de la industria como las autoridades mexicanas se encuentren aparentemente adormilados y no tomen acciones inmediatas y eficaces para evitar un problema que no solo los va a afectar directamente a ellos, sino a nuestro país y a toda su industria aérea.
Desde aquí va un llamado urgente a la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), al Colegio de Pilotos Aviadores de México (CPAM) y al departamento de licencias de la DGAC para que empiecen a actuar y encuentren, lo antes posible, las formas para expeditar y facilitar el camino a los jóvenes aviadores, para que la industria aérea de México no vaya a caer en un agujero como en el que ha caído en el pasado por falta de visión y de acción.
Ya hemos dicho que en aviación quien piensa al día ya está atrasado. Ojalá que el tópico sobre la falta de pilotos en el futuro cercano no traiga más y mayores problemas que limiten el crecimiento de nuestra aviación comercial.
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