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02/05/2024

Los objetos cercanos a la Tierra

Fermín Romero / Jueves, 1 Junio 2023 - 23:48

Los objetos cercanos a la Tierra (Near Earth Objects, NEOs) son cuerpos celestes, incluidos los asteroides y cometas, que orbitan alrededor del Sol, pero sus órbitas los llevan a aproximarse a la Tierra, a menos de 30 millones de millas de la órbita de nuestro planeta. Del conjunto de objetos catalogados y caracterizados por la NASA y organismos especializados, un subconjunto conocido como asteroides potencialmente peligrosos (Potentially Hazardous Asteroid, PHAs), tiene el potencial de impactar en nuestro planeta y causar daños significativos. En esta colaboración revisaremos qué son los NEOs, sus características, los factores que los hacen potencialmente peligrosos y las medidas adoptadas para estudiar y mitigar los riesgos que presentan.

Los NEOs, son restos relativamente inalterados de la formación del sistema solar hace aproximadamente unos 4.600 millones de años. La mayoría de los asteroides rocosos se formaron originalmente en el sistema solar interior (la zona más cálida situada entre las órbitas de Marte y Júpiter), mientras que los cometas, compuestos principalmente de hielo de agua con partículas de polvo incrustadas, se formaron en el frío sistema solar exterior.

Los NEOs son restos de la formación temprana de nuestro sistema solar. Están compuestos de roca, metal y, a veces, hielo, y su tamaño oscila entre unos pocos metros y decenas de kilómetros de diámetro. Los NEOs orbitan alrededor del Sol y algunos se cruzan con la órbita de la Tierra. Estos objetos pueden clasificarse en tres grupos principales: asteroides, meteoroides y cometas.

Los asteroides son cuerpos rocosos que se encuentran principalmente en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, pero algunos migran más cerca de la órbita de la Tierra. Los meteoroides son fragmentos más pequeños que se desprenden de asteroides o cometas. Los cometas, por su parte, son cuerpos helados compuestos de polvo y gases congelados que se originan en las regiones exteriores del sistema solar. Los PHAs son un subconjunto de NEOs que cumplen criterios específicos. Los PHAs se definen como asteroides o cometas que se acercan a menos de 0,05 unidades astronómicas (aproximadamente 7,5 millones de kilómetros) de la órbita de la Tierra y tienen un diámetro superior a 140 metros. Los PHAs son especialmente preocupantes debido a su potencial para causar daños significativos en caso de impacto y han sido objeto de diferentes producciones hollywoodenses: Don't Look Up (2021), Deep Impactact, Armageddon  y Last Night (1998), Asteroide (1997), Night of the comet (1984), Meteor (1979), entre muchas otras.

El potencial destructivo de los PHAs se debe a su inmensa energía cinética, ya que incluso objetos relativamente pequeños pueden liberar una energía equivalente a la de varias bombas atómicas en caso de impacto. Las consecuencias de un impacto pueden incluir destrucción generalizada, tsunamis, tormentas de fuego y efectos medioambientales duraderos.

Para protegerse de los peligros potenciales que plantean los objetos cercanos a la Tierra, los científicos y las agencias espaciales globales han puesto en práctica esfuerzos de mitigación diversas y estrategias específicas como:

Detección: En la búsqueda de NEOs intervienen telescopios terrestres y observatorios espaciales. Programas como el de Observación de Objetos Cercanos a la Tierra (NEOO) de la NASA que monitorean y catalogan estos objetos, siguiendo sus órbitas para determinar si suponen alguna amenaza.

Caracterización: El estudio de los NEOs ayuda a determinar su composición, tamaño y estructura. Esta información es crucial para evaluar su nivel de peligro potencial y diseñar estrategias de mitigación adecuadas.

Desviación: Si se identifica un objeto cercano a la Tierra potencialmente peligroso, pueden emplearse técnicas de desviación para alterar su trayectoria. Los proyectos incluyen tractores gravitatorios, impactadores cinéticos y velas solares, cuyo objetivo es cambiar la velocidad o la dirección del objeto para evitar una eventual colisión con la Tierra. La reciente Misión DART (2022) de la NASA es un ejemplo de los avances alcanzados en materia de defensa planetaria.

La Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria (Planetary Defense Coordination Office, PDCO): La PDCO de la NASA es responsable de coordinar los esfuerzos relacionados con la defensa planetaria y la respuesta a la amenaza de los NEOs. Colabora con socios internacionales y desarrolla planes de contingencia en caso de que se descubra un NEO o PHA peligroso. La UN COPUOS (UNOOSA) también ha generado importantes grupos de trabajo al respecto.

A inicios de 2019, el número de NEOs descubiertos ascendía a más de 19.000, y desde entonces ha superado los 20.000, cada semana se agregan un promedio de 30 nuevos NEOs. Poco más del 95% de estos objetos han sido descubiertos por estudios financiados por la NASA desde 1998, cuando se estableció el Programa de Observaciones NEO y se comenzó a vigilar, rastrear y catalogar estos objetos. De acuerdo con la European Space Agency (ESA), entre los asteroides más peligrosos con mayores probabilidades de impactar a la Tierra, en los próximos cien años, se encuentran los siguientes:

-2007 KE4, tiene aproximadamente 30 metros de diámetro y una probabilidad entre 11.000 de impactar en la Tierra en 2077.

-2008 JL3, de unos 30 metros de tamaño con una órbita que lo acercará a la Tierra varias veces (cada 20 años) en los próximos 100 años. El siguiente acercamiento se prevé en 2027 con un riesgo de impacto de uno entre 7000.

-2009 JF1, se estima en unos 13 metros de diámetro y una probabilidad entre 4.166 de impactar en la Tierra; no se ha observado desde su descubrimiento, hace 14 años, por lo que, la incertidumbre de su posición es alta.

-2011 DU9, se calcula que tiene unos 16 metros de diámetro y una probabilidad entre 1.742 de impactar contra la Tierra; se acerca a la Tierra aproximadamente cada 27 años.

-2000 SG344, mide aproximadamente 40 metros con una probabilidad entre 1.183 de impactar la Tierra, mantiene una órbita similar a la de la Tierra, pero durante algunos años no es observable (aproximadamente tres décadas), se espera observarle en 2025.

-2018 VP1, se estima que tiene solo 2.4 metros de diámetro y tenía una probabilidad (relativamente) alta (una entre 193) de golpear la Tierra en noviembre de 2020. En 2018, un objeto tan pequeño como este ingresó en la Tierra sobre Botswana y Sudáfrica, siendo el tercer asteroide que se detectó antes de impactar en nuestro planeta.

-2010 RF12, mide 8 metros de diámetro, podría causar algún daño, pero como su impacto potencial no se predecirá hasta 2095, podría ser un gran candidato para probar técnicas de desviación, según la ESA, no se requiere gran fuerza para desviarlo.

En resumen, los NEOs son restos fascinantes de los primeros tiempos de nuestro sistema solar. Aunque la mayoría de los NEOs no suponen una amenaza inmediata, el subconjunto de PHAs -antes descritos- sí exige nuestra atención como humanidad, ya que, a pesar del monitoreo constante, un repentino cambio de órbita -por colisión con otros cuerpos celestes- puede implicar riesgos para el planeta. El impacto potencial de un PHA en la Tierra podría tener consecuencias catastróficas. Por lo tanto, los esfuerzos continuos de vigilancia, caracterización y mitigación son vitales para proteger a la humanidad de este peligro potencial. Avanzando en el conocimiento de los NEOS y desarrollando tecnologías de desviación, podremos mitigar los riesgos asociados a estos objetos celestes y garantizar la seguridad de nuestro planeta en el largo plazo.

 

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