La nueva carrera espacial se refiere a la abierta competencia entre varios países, sus agencias espaciales, empresas privadas y otras organizaciones para explorar y explotar los recursos espaciales, más allá de la órbita terrestre baja, donde actualmente se concentra poco más del 80% de la economía del espacio. En su momento, la primera carrera espacial -durante la Guerra Fría- se centró en enviar seres humanos al espacio y lograr hitos icónicos, que permitieron colocar al primer ser humano en la Luna. La nueva carrera espacial tiene -en teoría- un enfoque mucho más práctico, desarrollar tecnologías y capacidades que permitan una exploración espacial sostenible y rentable.
Un factor clave, que representa un incentivo para la nueva carrera espacial, es el creciente reconocimiento del valor de los recursos espaciales, como son los minerales, el agua, fuentes de energía y los elementos raros, algunos de ellos ya por agotarse aquí en la Tierra y que son de gran importancia para algunas industrias electrónicas como la satelital, cómputo y telefonía celular, entre otras. En este escenario, actualmente empresas y gobiernos buscan explotar estos recursos, ya sea con fines comerciales o simplemente para robustecer sus planes de exploración humana más allá de la Tierra.
Otro motor relevante de esta nueva carrera es el desarrollo de nuevas tecnologías, como los cohetes reutilizables, que hacen que la exploración espacial sea más accesible y rentable. Las empresas privadas punteras como SpaceX, Blue Origin y Virgin Galactic (a pesar del reciente anuncio de pausa en las operaciones de Virgin Orbit a partir del 16 de marzo, debido a cuestiones de financiamiento), están a la vanguardia de esta innovación, desafiando a las agencias espaciales tradicionalmente a la vanguardia, como la NASA, Roscosmos, CNSA y ESA.
Durante décadas, la órbita baja terrestre (LEO) ha sido un lugar muy concurrido por varios países y empresas que han colocado satélites (de aplicaciones civiles y militares) para comunicación, navegación y otros fines. Sin embargo, la nueva carrera espacial implica ir más allá de la LEO y explorar el espacio profundo, lo que requerirá de un amplio despliegue tecnológico. Las misiones a la Luna, Marte y otros planetas, son cada vez más comunes, y tanto la NASA como algunas empresas privadas ya planean misiones tripuladas a la Luna y Marte, que veremos en los próximos años.
La nueva carrera espacial representa un cambio significativo en la forma de concebir la exploración del espacio. En lugar de ser dominio exclusivo de los gobiernos, el espacio, ahora el New Space, es más accesible a empresas privadas y particulares, concentrándose en la viabilidad comercial y la sostenibilidad. Es probable, esperamos que así sea, que el resultado sea un ecosistema espacial más diverso y dinámico que aporte nuevas innovaciones, oportunidades y beneficios para la humanidad.
El New Space está caracterizado por la aparición de startups centradas en la exploración espacial, la comercialización de actividades espaciales y juega un papel relevante en el futuro de la exploración del espacio profundo. Algunos sucesos y tendencias que configuran el futuro de la exploración del espacio profundo en la era del New Space son:
La mayor participación del sector privado: empresas comerciales y de defensa como SpaceX, Blue Origin, Virgin Galactic, ULA, Sierra Nevada Space Systems, Bigelow Aerospace, Lockheed Martin Corp, Raytheon Technologies Corp, The Boeing Co, General Dynamics Corp, Northrop Grumman Corp y L3Harris Technologies Inc., entre otras, están invirtiendo fuertemente en la exploración espacial y -si la guerra en Ucrania termina pronto, lo cual no es garantía tras el exitoso encuentro ruso-chino- es altamente probable que esta tendencia continúe en los próximos años. Estas empresas están desarrollando nuevas tecnologías y modelos de negocio que podrían permitir una exploración y explotación rentables de los recursos espaciales.
Con el retorno de la NASA a la Luna -a través del programa Artemis- se requerirá de infraestructura sostenible que permitirá explorar, estudiar más la Luna y preparar la exploración humana de Marte, lo que implica vivir en el espacio profundo -durante meses o años- y significa que eventualmente los astronautas tengan menor acceso oportuno a los suministros. La utilización de recursos in situ (In Situ Resource Utilization, ISRU) en la exploración de la Luna, Marte y del espacio profundo, describe la manera de usar los recursos encontrados o fabricados directamente en otros cuerpos celestes para conseguir las metas de una misión espacial. Mientras más se adentren los humanos en el espacio profundo, más necesario será generar productos con materiales locales, mediante tecnología ISRU.
Los avances en la tecnología de fabricación de naves espaciales. Se han producido desarrollos significativos en esta tecnología, como los cohetes reutilizables, la impresión en 3D y incorporación de la inteligencia artificial. Sin duda alguna, la convergencia de estas tecnologías hará más eficiente y rentable la exploración del espacio profundo.
La colaboración con los gobiernos. Las empresas privadas están colaborando -cada vez más activamente- con los gobiernos en iniciativas de exploración espacial. Por ejemplo, la NASA ha contratado a SpaceX y Boeing para desarrollar naves espaciales que transporten astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI), sin contar los contratos en curso de las misiones de reabastecimiento de la propia EEI. Estas colaboraciones, sin duda, darán lugar a proyectos de exploración espacial más ambiciosos.
Una mayor atención en la Luna y Marte es parte de los principales objetivos de la exploración del espacio profundo en las próximas décadas. Las empresas privadas y los gobiernos están invirtiendo en el desarrollo de tecnologías que permitan la exploración y los asentamientos humanos en estos cuerpos celestes, como punto de partida para una exploración mucho más amplia del universo.
Las nuevas fuentes de financiamiento en la exploración espacial. La aparición de nuevos modelos de subvención, como el capital de riesgo y el crowdfunding, está brindando nuevas oportunidades a las startups espaciales para desarrollar nuevas tecnologías, servicios innovadores y emprendimientos disruptivos.
En conclusión, es muy probable que el futuro de la exploración del espacio profundo en la era del New Space se caracterice cada vez más por una mayor participación del sector privado, los avances en la tecnología de las naves espaciales, colaboración con los gobiernos, el enfoque en la Luna y Marte, un mayor desarrollo de la tecnología ISRU y nuevas fuentes de financiamiento para las misiones espaciales. Estos adelantos abrirán nuevas oportunidades para que la humanidad explore y explote los vastos recursos de nuestro sistema solar.
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