Es claro que la llegada de Tesla a Nuevo León, México, no está relacionada directamente con el impulso al sector espacial nacional, sin embargo, revisemos algunas posibilidades desde la óptica de un apasionado del sector espacial, un servidor. Si bien Tesla es conocida principalmente por sus vehículos eléctricos, su enfoque en la energía sustentable y la innovación, también se ha extendido a otras áreas como la tecnología espacial, a través de SpaceX. Aunque las tecnologías desarrolladas por Tesla tienen aplicaciones relacionadas con la actividad espacial (baterías y chips para aviones y barcos, software, automatización e inteligencia artificial), no es un actor de la industria espacial. A pesar de ello, con la llegada de Tesla a México, existen varias formas en las que el incipiente sector espacial y las actividades relacionadas podrían verse beneficiadas en el mediano y largo plazo.
De ahí que existen algunas formas indirectas en las que la presencia de Tesla en México podría -en el futuro próximo- beneficiar al sector espacial nacional, por ejemplo: el crecimiento económico, la inversión de Tesla en México puede promover el crecimiento económico mediante la creación de empleo, lo que podría impulsar la inversión gubernamental en el sector espacial, para hacerlo más atractivo; la transferencia de tecnología, la alta tecnología y los procesos de fabricación de Tesla podrían aplicarse potencialmente al desarrollo de tecnología espacial y, eventualmente, interesarse en la producción de algunos componentes de naves espaciales para SpaceX; considerando el talento nacional y las capacidades actuales en la materia.
Adicionalmente, Tesla podría colaborar con empresas (inversión en startups espaciales) e instituciones (de gobierno y academia), involucradas en las actividades espaciales en México, lo que apoyaría el desarrollo de nuevas tecnologías y el avance de proyectos en progreso; el desarrollo de infraestructura, la inversión de Tesla en México -en primera instancia- podría conducir al desarrollo de los sistemas de transporte y redes de energía, que en determinado momento pueden coadyuvar el crecimiento del sector espacial. La experiencia y progresos de Tesla en el almacenamiento de energía y energías renovables también podría ser útil para apoyar algunas iniciativas de exploración espacial. La tecnología de baterías de Tesla podría utilizarse para alimentar los vehículos lunares, u otros vehículos, destinados a misiones en otros planetas y los sistemas de propulsión pueden aprovecharse, en alianzas con otras empresas, para mejorar sus capacidades y ampliar su oferta de productos y servicios en México.
La presencia de Tesla en México también puede posibilitar una mayor inversión en startups espaciales en toda América Latina y el Caribe. Lo que podría derivar en el surgimiento de nuevas empresas que trabajen en el desarrollo de tecnología espacial de vanguardia, lo que a su vez puede impulsar la productividad, competitividad e innovación en la industria; además de creación y fortalecimiento de capacidades en la región. Otro rubro en el que Tesla puede apoyar en México, en caso de considerar atractivo el sector espacial nacional, son las iniciativas de exploración espacial como la Misión Colmena de la UNAM, entre otras que ya se planean.
El enfoque de Tesla en la energía sostenible y su historial por ampliar los límites de lo posible, podrían convertirla en un socio ideal para las empresas locales y regionales, que buscan incursionar en la prestación de servicios para el turismo espacial. Con el reciente auge de empresas de vuelos espaciales como Virgin Galactic, Richard Branson; SpaceX, Elon Musk; y Blue Origin, Jeff Bezos, puede generarse un importante potencial de crecimiento en este naciente y altamente lucrativo sector.
Starlink y SpaceX, al igual que Tesla, están a la vanguardia de la innovación y disrupción tecnológica y en México existen varias posibilidades de negocio. En un futuro próximo, la provisión del servicio de internet satelital es, sin duda, una posibilidad interesante para SpaceX en México, en el mediano y largo plazo. El gobierno mexicano ha expresado su interés en proporcionar conectividad -acceso a Internet a las zonas remotas desatendidas- donde la constelación de satélites Starlink, de Elon Musk, podría ser una solución efectiva y una oportunidad para incursionar con sus aplicaciones satelitales en el mercado nacional de telecomunicaciones e imágenes de la Tierra. Esto permitiría no solo a SpaceX -sino a empresas mexicanas- proporcionar acceso a Internet de alta velocidad a zonas poco comunicadas, creando nuevas oportunidades para empresas y particulares en estas regiones.
De igual manera, SpaceX podría proporcionar servicios de lanzamiento para satélites mexicanos, de comunicaciones u observación de la Tierra. Este es un servicio valioso para el gobierno mexicano, que busca ampliar sus capacidades espaciales y aumentar el acceso al espacio para la cuádruple hélice mexicana (gobierno, industria, academia y sociedad civil organizada).
México tiene una industria aeronáutica en crecimiento que está volteando hacia el sector espacial, y existen oportunidades para que SpaceX colabore con la Agencia Espacial Mexicana (AEM), la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE-México), empresas, universidades y organizaciones civiles mexicanas en proyectos de investigación y desarrollo, aprovechando el talento nacional. Esto posibilitaría el desarrollo de nuevas tecnologías y la creación de nuevos productos y servicios en el naciente ecosistema espacial mexicano, lo que beneficiaría tanto a SpaceX como al sector espacial nacional.
SpaceX tiene planes para posicionarse en el segmento de vuelos de turismo espacial a nivel global y, con el impulso necesario a nivel gubernamental y empresarial, podría desarrollarse un mercado en México para este segmento. Con su riqueza histórica, cultural y su belleza natural, México puede ser, a pesar de la creciente inseguridad, un destino atractivo para los turistas espaciales. La distancia geográfica y económica de México (Tamaulipas), respecto de las plataformas de lanzamiento de SpaceX, representa un negocio latente, que puede hacer florecer a empresas turísticas mexicanas, en este lado de la frontera, para ofrecer servicios de alojamiento, parques temáticos espaciales, hábitats científicos, educativos y de entretenimiento, además de un mirador, para observar los frecuentes vuelos de SpaceX. Y tal vez, en un futuro cercano, ofrecer experiencias de vuelos espaciales, en asociación con el vecino Elon Musk.
En general, la llegada de Tesla a México podría dar un impulso significativo al sector espacial del país y a las industrias relacionadas. Al aportar a las empresas su enfoque innovador y centrado en la sostenibilidad, la empresa podría contribuir a impulsar el crecimiento y la innovación en este sector estratégico a través de las otras líneas de negocios: Starlink y SpaceX. La presencia de Tesla en México demuestra el potencial de las empresas innovadoras para triunfar en el mercado mexicano. Con tecnología de vanguardia y sus ambiciosos objetivos, SpaceX podría encontrar en México un abanico de interesantes posibilidades de negocio.
Como ya se dijo antes, aun cuando no haya una relación directa entre la llegada de Tesla a México y el sector espacial, existen varias formas en las que la presencia de esta empresa podría contribuir potencialmente al crecimiento y desarrollo de la industria espacial en la región, de entrada, en colaboración con las empresas espaciales ya existentes. Si bien México y la región buscan la independencia tecnológica, es un hecho que la presencia de Tesla en México abre estas posibilidades, entre otras.
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