Los jóvenes estudiantes de las escuelas de aviación necesitan consolidar buenos hábitos alimentarios basados en una adecuada selección de nutrientes, los cuales constituyen una factor de fundamental importancia para sostener un buen estado de salud, prevenir enfermedades y mantener una operación aérea segura durante su instrucción; esto, en combinación con una adecuada actividad física son primordiales para mantener un desempeño adecuado durante la operación, evitando riesgos controlables.
Los jóvenes estudiantes de aviación transitan una etapa en la cual se pueden consolidar los hábitos alimentarios iniciados en la infancia y adolescencia o introducir cambios importantes que persistirán en la edad adulta.
Un fenómeno curioso observado es que la alimentación de la población estudiante ha variado desde los años 90 hasta la actualidad.
Estudios previos han puesto en evidencia la existencia de hábitos alimenticios incorrectos, caracterizados por omitir comidas, abusar de la comida rápida, comer fuera del hogar alimentos muy procesados con alto contenido de grasas saturadas, azúcares, sodio en alto contenido y seguir una alimentación poco diversificada.
Tal situación alimenticia en muchas ocasiones, combinada con pobre actividad física, no dormir las horas necesarias antes de los vuelos de instrucción, ingesta de alcohol y tabaquismo pueden generar desde condiciones durante los vuelos como bajas agudas en las concentraciones de glucosa en la sangre con el peligro de mareos y pérdida de la orientación espacial e incluso pérdida del estado de alerta con desmayos durante una operación o situaciones no menos importantes como toma de decisiones incorrectas, errores de juicio, conducta agresiva con el instructor etc.
Las complicaciones de la ingesta de grasas saturadas así como carbohidratos en exceso a mediano y a largo plazo, pueden ser incremento en el índice de masa corporal, aumento en la grasa corporal denotado por un incremento en el diámetro de la circunferencia abdominal y circunferencia del cuello lo cual puede estar relacionado con la aparición de hipoxia y fatiga en vuelos por arriba de los diez mil pies.
El exceso de grasa saturada y el elevado consumo de azúcares en los jóvenes estudiantes de aviación advierten la necesidad de promover cambios en la alimentación para prevenir la aparición de obesidad que puede llevar a una no aptitud para volar , así como la prevención de enfermedades cardiovasculares o metabólicas como la diabetes en la edad adulta particularmente en quienes cuentan con antecedentes heredo familiares de estos padecimientos.
Ante esta situación es importante mas allá de las recomendaciones que pudieran dar los servicios de medicina de aviación, por parte de las escuelas promover la realización de campañas de educación alimentario nutricional así como promover el ejercicio físico, estimular la eliminación del tabaco y alcohol; lograr la mayor inclusión de alimentos no generadores de gases intestinales para evitar distensión durante los vuelos de acuerdo a la ley de Boyle – Mariotte (Leyes de los gases).
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