El 22 de Mayo de 2010, el capitán Zlatko Glusica y el primer oficial H.S Aluhwalia comandaban el vuelo 812 de Air India Express entre Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos y Bangalore, en la India.
Viajban a bordo de un Boeing 737-800 con 166 personas entre pasajeros y tripulación. El Capitán dormía profundamente, mientras el primer oficial se encontraba al mando. Una hora antes de la aproximación final, el Capitán se despertó y tomó el mando de la aeronave, a unas 80 millas náuticas del aeropuerto. Para este momento, la tripulación aún no preparaba el briefing de aproximación.
El Capitán no estaba del todo consciente de la situación y el tiempo que quedaba era muy poco para realizar el aterrizaje, además de que debía realizar una aproximación muy cercana ya que, aquel día, no había servicio de radar.
A tan sólo seis millas de la pista, la aeronave volaba muy alto y muy rápido. El Capitán, bajo los efectos de la inercia de sueño, tomó varias decisiones equivocadas, como incrementar peligrosamente el ángulo y la tasa de descenso, aumentando la velocidad del avión, a pesar de escuchar las alarmas de Sink Rate Warning. Pese a esto, se empeñó en descender el avión y se negó a abortar el aterrizaje, aún cuando el primer oficial pedía a gritos que abortara la maniobra.
Finalmente, el vuelo 812 se precipitó por el borde de la pista y se estrelló en un barranco, dejando un saldo de 157 personas fallecidas. La investigación posterior detalló que el Capitán sufrió de inercia de sueño y su firma fueron varias decisiones irracionales. El accidente de Air India mostró los errores que puede tener un piloto agotado y que además es víctima de una situación letal conocida como “inercia de sueño”. Pero, ¿qué es?
La inercia de sueño es una condición psicofisiológica asociada a la fatiga y es un peligro potencial en la aviación. Hace referencia al estado temporal de disminución de la capacidad cognitiva y del estado de alerta que se experimenta inmediatamente después de despertar. La inercia puede estar acompañada de somnolencia, confusión y desorientación. Este estado puede interferir en ciertas tareas mentales o físicas, como el tiempo de respuesta, memoria a corto plazo y velocidad de pensamiento.
La inercia del sueño se ha comparado con los efectos de la intoxicación etílica. Aunque típicamente tiene una duración de entre 30 y 60 minutos, el estado puede extenderse hasta tres horas.
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