Las iniciativas de One Stop Security (OSS) , que es parte de los procesos para facilitar el paso de pasajeros y equipaje que ya se inspeccionaron en un aeropuerto, para que no tengan que volver a ser inspeccionados, no sólo deben priorizar la facilitación del tránsito de pasajeros, sino que tienen que armonizarse entre los Estados, consideró Ricardo Escobedo Jaimes, gerente regional de Seguridad Corporativa para Delta Airlines México, Centroamérica y La Habana.
Explicó que las iniciativas OSS van enfocadas en la facilitación del tránsito de pasajeros, con la eliminación de algún punto de inspección en tránsito, a través del reconocimiento de las medidas equivalentes en los aeropuertos de origen.
En entrevista con A21, durante el XIII Simposium de Seguridad AVSEC-GAP 2024 pasado, realizado en Guanajuato, puntualizó que estas iniciativas OSS tienen que ser vigiladas y supervisadas por los Estados.
Si bien, dijo, en México no se han aplicado estas medidas, si lo han hecho en aeropuertos de Sudamérica, pero el problema radica en que muchas veces dejan fuera a alguno de sus socios comerciales y es ahí donde se presenta un impacto negativo.
Explicó que estas iniciativas consisten en la decisión de algunos aeropuertos de firmar un acuerdo mediante el cual, los pasajeros que llevan a cabo tránsito por algunas de esas terminales aéreas quedan exentos de revisión física y de su equipaje documentado una segunda vez.
El problema viene cuando no reportan esa medida a otros Estados, como lo es Estados Unidos, el cual, haciendo valer el uso de su soberanía, decide aplicar un control adicional, más estricto a los pasajeros que llegan a ese país, con lo cual desconocen lo firmado por las otras naciones.
Esto, a diferencia de los aeropuertos de Costa Rica, El Salvador y Guatemala, los cuales comenzaron a impulsar esta iniciativa y firmaron su acuerdo. Pero, dijo, dejaron por fuera el impacto con las líneas aéreas que vuelan a Estados Unidos, por lo que el regulador estadounidense, si bien no tiene injerencia en esas naciones, sí lo tiene en los operadores aéreos que van a esos destinos.
De esta forma, EU trasladó a las aerolíneas estos procesos de seguridad en las salas de abordaje, la inspección de los líquidos, geles y aerosoles, ocasionando molestia a los usuarios.
Escobedo Jaimes dejó en claro que para aplicar estas medidas OSS se tiene que hacer “un montón de trabajo tras bambalinas; hay algo que se debe puntualizar: la vigilancia, si no se tiene ésta, es cuesta arriba echarla a andar. La vigilancia tiene un costo económico alto”.
Añadió que se requieren equipos, infraestructura, recursos, la capacitación y los medios para poder llevar a cabo una vigilancia que ofrezca las medidas de seguridad que se llevan a cabo en los puntos de origen y que sean equiparables a los centros de transferencia.
En ese sentido, Jurgen Beker, gerente regional de Seguridad de Aviación Civil de Delta Airlines para Sudamérica y el Caribe, comentó que algo parecido ocurrió con un acuerdo de facilitación de OSS firmado entre Brasil y España.
Indicó que este acuerdo consistía en que los pasajeros originarios de aeropuertos de España, transitando en centros de Brasil, estarían exentos de revisión física y de su equipaje documentado. Ese era el plan, con riesgos mesurados.
Pero, añadió, que como no fue comunicado a los miembros de la OACI, llegó a los oídos de Estados Unidos y al tener una evaluación de riesgo distinta acerca de los vuelos que se originan desde Brasil, se determinó que, a pesar de este acuerdo firmado, se realizaría una revisión adicional a los pasajeros embarcados desde Brasil a Estados Unidos.
“Al final se entendió que el impacto a este público sería más significativo que los pasajeros beneficiados por el acuerdo de España y Brasil, por lo que éste se canceló y se puso en espera y en análisis”, dijo.
Beker añadió que hubo un acuerdo similar entre los aeropuertos de Colombia y Perú, pero quedaron en espera y análisis también, debido a que Estados Unidos no fue avisado.
Expresó que cada Estado es soberano y puede elegir procesos adicionales, pero el escenario actual de la aviación civil en Latinoamérica es que no hay completa consonancia en las reglamentaciones entre los Estados.
Y ante ello, en Estados Unidos identifican fallas y riesgos, por lo que necesitan una mitigación y de ahí que se apliquen procesos adicionales.
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