El aeropuerto británico de Leeds Bradford (LBA) logró su puntuación más alta hasta la fecha en el Global Real Estate Sustainability Benchmark (GRESB), al obtener 95% y cinco estrellas.
GRESB, una entidad independiente que proporciona datos validados sobre medio ambiente, asuntos sociales y gobernanza, reconoció las mejoras sostenibles del aeropuerto.
Desde 2018, año en que se incorporó al proceso de evaluación, el aeropuerto ha experimentado mejoras continuas en su desempeño en factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Esto incluye avances en la gestión del carbono, residuos, diversidad e inclusión, satisfacción de los empleados, salud y seguridad, así como compromiso de las partes interesadas.
La noticia llega después de que el aeropuerto alcanzara recientemente el nivel 3 de "optimización" en la acreditación de carbono aeroportuario del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI).
Para lograrlo, midió su huella de carbono de Alcance 3, elaboró un plan de gestión del carbono e involucró a terceros, como aerolíneas y proveedores de servicios, en la gestión y reducción del carbono.
Desde 2018, el aeropuerto redujo sus emisiones de carbono de Alcance 1 y 2 en un 67%, mejorando la eficiencia energética en la terminal y el aeródromo. Además, todo el suministro eléctrico del aeropuerto proviene al 100% de fuentes renovables.
El compromiso sostenible del aeropuerto continuará con la regeneración recientemente anunciada, contribuyendo a descarbonizar aún más sus operaciones. Además, el aeropuerto participa en la incorporación de vehículos eléctricos en su flota y está implementando infraestructura para carga eléctrica y alimentación eléctrica fija en tierra para aviones.
Tracey Stevenson, directora de Sostenibilidad de LBA, expresó su orgullo por la mejora en la puntuación GRESB y destacó la herramienta como valiosa para comparar prácticas y buscar continuas mejoras. La visión del aeropuerto se alinea con una hoja de ruta para 2030, que impulsa la excelencia y la sostenibilidad.
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