La calificadora de riesgo crediticio Fitch Ratings cambió la perspectiva de las notas senior garantizadas del Fideicomiso del Aeropuerto de la Ciudad de México de estable a negativa, aunque mantiene su evaluación BBB- o riesgo moderado de incumplimiento.
La revisión a la baja refleja una mayor preocupación de Fitch sobre la capacidad del proyecto para atender sus importantes necesidades de mantenimiento y la significativa congestión de pasajeros sin afectar las finanzas del aeropuerto.
“Aunque estos problemas no son nuevos, se han agravado recientemente y han provocado un rápido deterioro del estado físico de las instalaciones hasta un punto en el que clientes y empleados podrían resultar perjudicados. Además, ahora han derivado en medidas gubernamentales como la reducción de un segundo vuelo, lo que tiene el potencial de disminuir la generación de ingresos”, afirmó la calificadora.
Explicó que esta situación puede agravar el riesgo de refinanciación de los pagarés del emisor con vencimiento en 2026 y 2028 por un importe total de 1,400 millones de dólares por lo que es incompatible con una calificación crediticia de grado de inversión.
Fitch Ratings explicó que la calificación sigue estando respaldada por la fortaleza del activo aeroportuario subyacente de la operación como instalación estratégica para el país, ubicada en una zona con sólidos fundamentos demográficos y, hasta el momento, prácticamente sin competencia de otros aeropuertos.
Sin embargo, la calificación también considera la flexibilidad para ajustar las tarifas cuando sea necesario y el hecho de que el concesionario del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) es una entidad gubernamental que no se espera tenga como prioridad la maximización del apalancamiento.
Las calificaciones de las notas están limitadas dados los riesgos implícitos en la condición física del activo, la falta de una solución efectiva para atender la congestión de pasajeros y la incertidumbre con respecto al impacto que la competencia del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) podría tener en la generación de ingresos.
El aumento de estos riesgos ha hecho que Fitch rebaje sus calificaciones en varios factores ASG relacionados con aspectos sociales y de gobernanza.
Daños en infraestructura revelan su mal estado
En agosto de 2023, se desprendió una parte del techo de las instalaciones, la Terminal 1 se inundó al desbordarse el sistema pluvial y varios desagües se vieron comprometidos. La lluvia fue más intensa de lo habitual, pero los daños sufridos por la infraestructura revelan su mal estado y la necesidad acuciante de un mantenimiento adecuado.
Adicionalmente, en el mismo mes el gobierno decidió recortar, por segunda vez, el número de operaciones máximas permitidas en el aeropuerto de 52 a 43 por hora, lo que supone alrededor de un 30% menos que los niveles de 2022.
Las aerolíneas y las organizaciones del sector señalaron que la medida dificultará gravemente la conectividad del transporte aéreo.
El AICM no se vio afectado después del primer recorte de operaciones ocurrido en 2022, gracias a las estrategias que las aerolíneas pusieron en marcha para mantener el volumen de pasajeros en ese momento.
Sin embargo, no se sabe hasta qué punto podrán gestionar un segundo recorte ni cómo lo harán. Si la estrategia de las aerolíneas para mantener sus volúmenes pasa por transferir vuelos al AIFA, significará menos ingresos para el AICM y también para el fideicomiso emisor.
Estas cuestiones se suman al hecho de que México no ha podido recuperar su calificación de categoría 1 en seguridad aérea perdida en 2021.
Finalmente, la Secretaría de Marina será el operador del nuevo aeropuerto en las próximas semanas. El impacto potencial sobre las operaciones y la experiencia de los pasajeros de este cambio aún se desconoce.
“Fitch considera que los eventos mencionados tienen potencial para incrementar el riesgo de refinanciamiento al menos para los tramos de deuda a 10 años que vencen en 2026 y 2028. Si bien el aeropuerto de la Ciudad de México continúa siendo el segundo aeropuerto más transitado de la región latinoamericana, el grupo de inversionistas dispuestos a refinanciar la deuda a un costo moderado podría ser menor debido a las preocupaciones por los factores de gobierno ambiental, social y corporativo (ESG)".
Acciones que podrían derivar en una baja de calificación
Entre las acciones que podrían conducir a una acción de calificación negativa o a una rebaja de la calificación destacó las preocupaciones continuadas respecto a la futura afectación material del volumen derivada de la explotación del AIFA o del mal estado físico de las instalaciones.
El tener un tráfico de pasajeros por debajo de los 35 millones de pasajeros al año podría reducir significativamente los niveles de recaudación de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) por debajo de las cifras históricas.
Añadió que una calificación negativa podría afectar a la calificación soberana de México la cual se ubica en BBB-/Estable.
Para que la perspectiva vuelva a situarse en estable, la calificadora explicó que la administración debe elaborar y comunicar adecuadamente a las partes interesadas una estrategia sólida y completa para mejorar el estado de las instalaciones envejecidas del aeropuerto con el fin de abordar sus limitaciones de capacidad y preocupaciones de seguridad, sin deteriorar el perfil crediticio de la operación calificada.
Facebook comments