Dado que la recuperación mundial de la industria aeronáutica ya está en marcha, OAG analizó el regreso de los viajes europeos hacia y desde China.
Hace un año, los vuelos entre China y Europa todavía se veían afectados por las restricciones en curso sobre los viajes de salida desde China, con servicios que operaban a un nivel mínimo.
Ahora, en el verano 2023, esta recuperación está en marcha en términos de destinos más visitados, lo que representa una noticia positiva para estos lugares y una fuerte señal de que este mercado está en camino de recuperarse, ya que solo Copenhague, Niza, Orly y Oslo faltan en la lista de aeropuertos atendidos.
Del lado de China, solo 14 ciudades han visto regresar los servicios, por lo que todavía faltan muchas desde el punto álgido de los servicios operados en 2019 y es probable que esto actúe como una restricción en la demanda.
En su estudio, indica que 2019 fue un año de culminación de un periodo de crecimiento en los servicios entre China y Europa.
En un mapa de ruta de 2014, OAG observó que los servicios habían operado entre las principales ciudades de China y las capitales europeas durante muchos años; con servicios entre 15 ciudades chinas y 19 ciudades europeas.
Para 2019, el mercado chino-europeo había visto una expansión considerable en la cantidad de destinos atendidos, registrando servicios entre 22 ciudades chinas y 28 ciudades europeas.
Las nuevas incorporaciones dentro de Europa incluyeron Oslo, Dublín, Edimburgo, Niza, Milán, Lisboa y Barcelona. Y en China, se lanzaron nuevos servicios desde Zhengzhou, Jinan, Qingdao, Fuzhou y Sanya.
Los operadores chinos antes de la pandemia operaban la mayoría de los servicios entre China y Europa, con una cuota de capacidad del 60% en general, que aumentó al 71% en 2023.
En algunos países, el desequilibrio es aún mayor, como España, que ahora tiene el 100% de capacidad manejada por operadores chinos, en comparación con el 88% en 2019, e Italia, que tiene 96% impulsado por operadores chinos, en comparación con el 94% en 2019.
El principal impulsor de este desequilibrio en el mercado es el volumen de viajes salientes desde China, ya que los viajeros chinos suelen preferir a sus propias aerolíneas nacionales.
Otra restricción es el cierre del espacio aéreo ruso a las aerolíneas europeas, mientras que las compañías chinas, que no están prohibidas, pueden llegar a Europa de una manera más directa.
El tiempo de vuelo normal para un servicio de Air China, de Beijing a Frankfurt, es de 9 horas y 20 minutos, mientras que para Lufthansa, que opera la misma ruta, el tiempo de viaje es de 11 horas y 5 minutos.
OAG indica que los operadores europeos continuarán impulsando su recuperación después de la pandemia a través de otros mercados, sin depender del mercado China-Europa.
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