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01/05/2024

Relleno, inspección y reparación de grietas, trabajos en la T2

Redacción A21 / Viernes, 12 Mayo 2023 - 01:00
Para junio se espera terminar con estos trabajos

Pablo Chávez y Juan Carlos Vázquez

En junio próximo se terminarán los trabajos de reforzamiento estructural de la cimentación de la Terminal 2 (T2) del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), “con lo que se garantizará la funcionalidad de los edificios terminal y del estacionamiento”, asegura Carlos Arceo Castañeda, ingeniero director de Construcción de Obras Públicas, asignado a la dirección general de Construcción de Obras Públicas de la Secretaría de Obras de la Ciudad de México, quien explicó que se han llevado “mantenimientos preventivos y algunos correctivos” en tres edificios de este lugar.

Durante un recorrido de A21 por las instalaciones de la T2, explicó que los edificios atendidos han sido el terminal, el patio del hotel y el de estacionamiento; en promedio, dijo, el hundimiento ha sido entre 50 y 80 centímetros, pero aclaró que los hundimientos diferenciales se han dado simultáneamente tanto en la Ciudad de México como en los edificios de la T2.

Dentro de las actividades realizadas están las excavaciones, de las cuales a la fecha llevan 17,835 metros cúbicos excavados de los 23 mil metros aproximadamente, que existen en total. 

También, dijo, se ha realizado inspección y reparación de grietas, de las cuales se han inspeccionado y reparado  1,997 de los tres mil metros de grieta identificados.

“Estamos sacando la cuantificación en función del metro lineal de grieta, no metro lineal de trabe”, dijo.

También se ha restituido la masa de suelo con relleno fluido -mortero-, y para ello, a la fecha llevan 12,500 metros cúbicos de un total estimado en 53 mil metros cúbicos.

Precisó que el material que se usa para el relleno, el mortero, es un producto semejante en propiedades al suelo que se está hundiendo. Es decir, detalló, se asemeja al peso específico que tiene el suelo que se ha hundido, esto con el fin de no generar “algo extraordinario o generarle mayor peso al que se tiene”.

Además de que la tierra que se mueve en las excavaciones se mete en costales y se usa para apuntalar el subsuelo. “Como no se puede sacar material, se decidió encostalarlo y encima se le echará el relleno”.

Precisó que el encostalado sirve para darle orden a la parte de abajo con el material que se generó con la excavación y lo otro, para contener el material con el que se rellena.

El ingeniero añadió que se dejará el espacio, con testigos para monitorear los asentamientos, para que a la postre, el personal que haga el mantenimiento futuro lo haga sin necesidad de volver a excavar. 

Los problemas de cimentación no son estructurales

Arceo Castañeda añadió que se llevan a cabo obras complementarias que tiene que ver con el asunto de las instalaciones, el reforzamiento de estructuras de acero en algunas contratabes, y que son aproximadamente 250 toneladas de las cuales se han rehabilitado a la fecha 33 toneladas de acero.

Aseguró que con estos trabajos se garantiza el funcionamiento normal de los edificios, debido a que se sustituyó un suelo que ya se fue.

Precisó que el fluido con el que se ha rellenado “está volviendo a confinar a los elementos estructurales, este confinamiento le da la seguridad de soportar efectos sísmicos, pandeo, flexión, torsión cuando venga un sismo; el hecho de que estén abrazados por el fluido es lo que da la seguridad de que trabajan de manera eficiente”.

El ingeniero explica que las obras se llevan a cabo sin afectar las operaciones ni la movilidad diaria de la T2. “El tema de la cimentación no es un tema estructural como tal para el inmueble, es un tema que atañe única y exclusivamente al relleno”.

Indicó que todo el sistema de trabes -principales y secundarias- cumple con las condiciones para que se pueda seguir operando. 

Los elementos estructurales principales del edificio, que son columnas y trabes, descansan en las pilas -columnas que van desde el estrato firme a 40 o 50 metros de profundidad y ahí es donde van descansando los elementos estructurales que cargan el entrepiso-, dijo.

En estas obras trabajan alrededor de 200 personas de tres empresas distintas, las 24 horas del día.

Mantenimiento a futuro

Cuando se dé un asentamiento que manifieste una grieta, se le dará mantenimiento, pues en una bitácora se llevará el nombre y la fecha del testigo y cada 15 días o mes se evaluarán, conforme aparezcan las grietas, explicó el ingeniero Víctor Manuel Ramírez, del área de Gobierno.

Precisó que serán los especialistas de Mecánica de Suelo del Instituto de Ingeniería quienes determinarán, al final del proyecto, cada cuándo - cuatro o cinco años- se volverá a inyectar.

Por su parte, el ingeniero Arceo Castañeda confió en que, con estos trabajos, los efectos podrán durar hasta cinco años.

Pero al igual que su compañero de obra, aclaró que la decisión del mantenimiento posterior dependerá del área técnico-científica conformada por los especialistas de Mecánica de Suelos, geofísicos, el Instituto de Ingeniería de la UNAM y el Instituto de la Seguridad de las Construcciones, que es el órgano regulador.

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