Habitantes de diversas colonias afectadas por el rediseño del espacio aéreo en la Zona Metropolitana del Valle de México se reunieron con Víctor Manuel Hernández Sandoval, director general de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), para expresar su inconformidad por el incremento de ruido en ocasionado por las nuevas rutas de aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de la capital (AICM).
A casi un mes de la introducción del rediseño, diversas colonias han contratado a peritos en ruido e impacto ambiental y han comprobado que las aeronaves que sobrevuelan sus domicilios, con entre cinco y ocho minutos de diferencia, superan los 70 decibeles, lo que ya ha provocado afectaciones entre la población y la fauna local.
“Residentes de las zonas afectadas se han acercado a sus líderes para informarles que el ruido de los aviones no solamente les impide realizar sus actividades rutinarias, sino que también se están dando casos de bajo rendimiento escolar entre los niños que toman clases en línea”, señaló Lorena Valencia Rosales, miembro de la Asociación Internacional de Mujeres en la Aviación (IAWA).
En la reunión con el director de Seneam, los representantes de las colonias Guadalupe Inn, San Ángel, Tizapán, El Pedregal, La Herradura, Bosques de la Herradura, Lomas de Tecamachalco, Bosques de las Lomas, Lomas del Chamizal, Lomas de Bezares, Lomas de Tarango y Vista del Valle, entre otras, expresaron sus inconformidades y solicitaron una solución que les permita dejar de percibir el ruido que sobrepasa los decibeles sugeridos por distintas autoridades de aviación internacional, como la Administración Federal de Aviación, que señala que una aproximación por encima de los 65 decibeles no es deseable para una zona residencial.
De acuerdo con un análisis realizado por Pablo Ortiz Haro, consultor independiente en Ingeniería especializada en transporte, luego del rediseño del espacio aéreo en el Valle de México, más de 113 kilómetros cuadrados en la Ciudad de México se ven afectados por un nivel de ruido de 61 o más decibeles, lo que afecta a más de un millón de personas en toda la capital.
Previo al rediseño del espacio aéreo en el Valle de México, un total de 68.4 kilómetros cuadrados en la Ciudad de México tenían un nivel de ruido por encima de los 60 decibeles.
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A la par de la inconformidad de los habitantes de diversas colonias de la Ciudad de México, pilotos han elaborado un reporte con siete puntos principales señalando irregularidades encontradas con la nueva configuración del espacio aéreo mexicano.
En las salidas desde el AICM, las restricciones de altitud obligan a que los pilotos descontinúen sus ascensos y tengan que nivelar la aeronave, provocando un aumento en el consumo de combustible y emitiendo más contaminantes; en las llegadas, las nuevas aproximaciones obligan a nivelar las aeronaves desde una distancia muy lejana, aproximadamente a 80 millas del AICM, lo que también crea más gasto de turbosina, señaló el Colegio de Pilotos Aviadores de México (CPAM).
“Inicialmente, y se ve en los registros aéreos de las últimas semanas, las llegadas por el noroeste de la ciudad son mucho más largas, además de que ahora metieron llegadas por el sur, por lo que son muchas las colonias afectadas. La consecuencia es que tenemos aviones sobrevolando más tiempo en toda la ciudad”, señaló María Larriva, primera Controlador de Tráfico Aéreo en México, en entrevista con A21.
“Lo preocupante es que actualmente estamos con estos niveles de ruido y al 50% de la capacidad del AICM, como resultado de la crisis por la pandemia del covid-19. ¿Cómo estaremos cuando regresemos al 100%?” enfatizó Larriva.
Finalmente, en el actual rediseño del espacio aéreo todavía no están consideradas las operaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el cual entrará en funcionamiento el 21 de marzo del próximo año.
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