
Las escuelas Técnico Aeronáuticas de Piloto Aviador que mantienen el rigor para formar pilotos aviadores son pocas, a pesar de que hay más de 130 instituciones educativas de aviación y de ellas, 70 ofrecen la carrera de piloto aviador, expresó el Capitán Luis René Rojas Bolaños Cacho, asesor e instructor aeronáutico.
En entrevista con A21, el piloto aviador explicó que, al momento en que los jóvenes aspirantes deben presentar su examen profesional para obtener el título y la cédula correspondiente, especialmente en casos donde se busca impartir instrucción, se hacen evidentes las carencias en su formación, tanto en conocimiento como en solidez académica.
Esta situación, advirtió, compromete seriamente sus oportunidades laborales o el éxito en futuras evaluaciones, ya que muchos se ven obligados a recurrir a un mercado informal de preparación, integrado por personas sin la formación adecuada, con el fin de enfrentar procesos de reclutamiento o evaluaciones para ingresar a una aerolínea.
Rojas Bolaños, denunció que no todas esas personas que están en el mercado informal están preparadas y mucho menos certificadas y eso es el reflejo de que el piloto percibe y comprueba que no sale con el nivel requerido.
Asimismo, el capitán sostuvo que una persona bien profesionalizada no tendría por qué recurrir a adquirir un conocimiento extra para pasar una evaluación en alguna empresa.
“No dudo que sí habrá contadas escuelas que tienen ese índice alto y que prometen enviar a un piloto egresado sin ningún problema a una empresa y que hay esa garantía, hasta cierto punto, de una posibilidad de éxito, pero no hay tal, en la mayoría no lo hay”, sostuvo.
Señaló que aún falta “mayor seriedad en la formación educativa”, ya que persiste una tendencia a improvisar mediante metodologías autodidactas. Si bien este modelo puede ser útil en procesos de capacitación —por su agilidad, menor costo y ahorro de tiempo—, advirtió que no es el enfoque adecuado cuando se trata de formar a un profesional. En estos casos, dijo, es indispensable la instrucción directa, guiada por un formador con experiencia.
Además, añadió, no existe un filtro vocacional para entrar a una escuela Técnico Aeronáutica, por lo que no se ve qué estudiante tiene la vocación para ejercer esa profesión y no sólo hacer la carrera por gusto.
Recordó que hace muchos años existió una escuela, era el CIAAC, escuela del Estado -Centro Internacional de Adiestramiento de Aviación Civil-, que formó grandes profesionales, pero la exigencia era muy alta. “Requerimos algo similar, que haya exigencia, rectitud, que haya revisión y continúa actualización, porque la tecnología va muy rápido”, dijo.
Mencionó que uno de los principales retos —y al mismo tiempo, oportunidades— para la aviación, está en fortalecer el vínculo con la pedagogía, promoviendo que quienes imparten la instrucción sean verdaderos maestros, con vocación, experiencia y capacidad para formar a las nuevas generaciones de profesionales.
Comentó que es la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) a quien le corresponde vigilar que las escuelas cumplan con estos requisitos, debido a que es el ente que da las autorizaciones a esas instituciones educativas, además de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) es quien debe vigilar que los procesos sean válidos, así como de un nivel alto en las instituciones educativas.
Añadió que el Colegio de Pilotos Aviadores de México (CPAM) le corresponde dar una opinión profesional en la vigilancia de los procesos.
El Capitán expresó que a partir del año 2030 se espera haya una mayor demanda de pilotos, debido al crecimiento estimado que se tiene sobre la industria a nivel mundial, con una mayor presencia de aviones. Por ello, es importante saber cómo van a afrontar estos procesos los países como México.
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